Este lunes se desarrolló una nueva jornada de audiencias en el marco de los juicios a represores en el Tribunal Federal de Rosario, de Oroño al 900.

Pascual Guerrieri, el militar de más alto rango de los cinco represores que están siendo juzgados, decidió ampliar su declaración movilizado por los dichos de otro represor, Francisco Bueno.

Este último había ratificado el 2 de diciembre su testimonio brindado en 1984 ante el Cels, en el que señaló crímenes y nombres de los integrantes de la patota del Segundo Cuerpo de Ejército durante la dictadura.

Al momento de ampliar su declaración, Guerrieri explicó que el objetivo era “responder a algunas acusaciones”.

“Todo lo leído de las declaraciones hechas por Bueno en Brasil y Cels, tienen calidad de fábula”, dijo Guerrieri, según informó la Agrupación Hijos, que forma parte de la querella.

Guerrieri, al igual que hizo Fariña, acusó a Bueno de estar para un “psiquiátrico”. Después agregó: “Me siento profundamente afectado por esto que dijo Bueno, lo desmiento totalmente. Lo del señor Bueno, creo que cabe en una narración de tipo fabulosa, que rayan en la medianía de una mentira grande, par a su provecho personal y no se con que intenciones”.

Al final de su testimonio el represor expresó: “Con lágrimas en los ojos les digo que es muy difícil explicar a un tribunal civil lo que hicimos como militares comprometidos. Lo que hicimos como militares por tradición, por órdenes”.

Próximas audiencias

Las audiencias continuarán este martes y miércoles con declaraciones del personal del Hospital Militar de Paraná para aportar información de los bebés de Raquel Negro.

Con estos testimonios terminaría la etapa de las testimoniales y comenzaría el tiempo de los alegatos, aunque aún no hay fecha definida.