Un artista indiscutible. Eso es Julio Iglesias, más allá de que guste o no. Y así se lo hizo notar una vez más su público cuando el artista se presentó en el teatro Broadway de Rosario, que se vio colmado durante el show.

“Hoy estoy aquí en Rosario por un capricho personal mío”, dijo el cantautor, generando una ovación de parte de los presentes, en su mayoría mujeres adultas.

Sin embargo, la idea no era sólo ver sino también –y sobre todo– escuchar el recital del español, pero en ese aspecto se presentó un gran problema, ya que el audio comenzó a fallar.

Esto hizo que el propio Julio se detuviera a conversar por un instante –en inglés– con los técnicos, un equipo propio y no del teatro, a fin de solucionar el inconveniente.

Pero tanto el artista como el público se tomaron el hecho con calma y humor, e incluso alguno se animó a gritar desde su butaca para intentar dar una mano en la búsqueda de la solución. Lo cierto es que al final de la noche, todos se retiraron contentos.
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Así intentó Julio guiar al equipo técnico