La modelo británica Kate Moss debió suspender la boda que pensaba contraer con el músico de rock Pete Doherty en un lujoso complejo residencial de Bali porque su novio debe cumplir las órdenes de una jueza de permanecer en una clínica británica para desintoxicarse de las drogas, reveló el diario Mail on Sunday.

El futuro marido de Moss, quien a su vez ha tenido problemas con sustancias prohibidas, se autodeclaró adicto a las drogas y no pudo volar a la isla, donde su novia lo estaba esperando junto a una selecta comitiva.

La modelo de 32 años ya había llevado a la isla a su hermano Nick y a un grupo de sus amigos más íntimos, que volaron en un avión privado. La pareja quería una ceremonia "espiritual", para lo que Moss había organizado contar con la presencia de un sacerdote nativo.

Después de reconocerse culpable de poseer drogas en cinco ocasiones, Doherty fue puesto en libertad el viernes tras pagar una fianza. No obstante, la jueza dictó que el cantante debe dormir todas las noches en una clínica de desintoxicación.