Lejos de la pasión de Chávez o el interés que despertaron las hojas de coca que llevó Evo, el presidente Néstor Kirchner ofreció un medido discurso ante la 61º Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se desarrolla en Nueva York. Los puntos más interesantes del texto no fueron nuevos: volvió a criticar al Fondo Monetario Internacional (FMI) por no haber ayudado a la Argentina durante su profunda crisis económica y lo acusó de incluso "contradecir sus recomendaciones" y también reclamó la soberanía de las Islas Malvinas.

"El mundo ha cambiado, pero estos organismos no", aseguró Kirchner, al referirse a las entidades financieras internacionales. "Existe una constatación empírica respecto de que los aportes de estos organismoas internacionales en países menos adelantados no han tenido éxito" y llegó a señalar que, en algunos casos, habían incluso "obstaculizado el desarrollo". En ese marco, el presidente reclamó la creación de nuevos instrumentos financieros internacionales.

En otro tramo de su discurso en la ONU, Kirchner le reclamó a Gran Bretaña la soberanía de las Islas Malvinas. "El gobierno británico sigue haciendo caso omiso de las resoluciones de esta asamblea" sobre las islas Malvinas, aseguró Kirchner. Argentina tiene posición de "dar pronto cumplimiento al pedido de la comunidad internacional de reanudar las conversaciones" sobre ese diferendo expresó el presidente.

Por otra parte, el mandatario hizo una encendida defensa de su política económica y en materia de derechos humanos, y habló de terrorismo internacional, marco en el cual recordó los aún impunes atentados a la embajada de Israel y a la Amia. Sobre este último punto, el presidente aseguró que "Argentina considera que todos los actos de terrorismo son criminales e injustificables y no acepta ningún argumento que intente justificar tal metodología".