La presidenta Cristina Fernández de Kirchner despidió este jueves a la delegación de cascos blancos argentinos expertos en catástrofes que partieron a Haití en un avión Hércules C-130 con ayuda para las víctimas del terremoto del martes pasado. La delegación partió desde la estación aérea de El Palomar, para sumar material al operativo de ayuda a la población civil.

El cargamento incluye insumos médicos para asegurar la continuidad del funcionamiento del Hospital de Campaña de la Fuerza Aérea ubicado en la ciudad de Puerto Príncipe, una planta potabilizadora de agua, grupos electrógenos y víveres.

“Haití necesita otro tipo de cosas que no se solucionan ni siquiera con la misión de las Naciones Unidas”, afirmó la mandataria sobre la situación de fondo en el país.

"Somos solidarios. Mañana partirá otro avión con una planta de agua potabilizadora. Quise saludar a los efectivos que partirán hacia Haití. No quiero imaginar a Puerto Príncipe ahora. El pueblo de Haití sufre mucho. No quiero imaginar cómo está ahora ante una tragedia como ésta. El terremoto afectó más a la población a partir de la miseria y la pobreza", dijo la presidenta.

Y sobre la situación del país afectado por el terremoto, la Presidenta afirmó: "Allí hay que instalar fuentes de trabajo y ayudarlo fuertemente".

"No basta con una misión humanitaria. Hay mucha pobreza, indigencia, desocupación e inseguridad. Con el 78 por ciento de desocupación el nivel de inseguridad es muy elevado. Hay que replantearse en las Naciones Unidas estratégicamente esa situación. Me impresionó ese país por esta situación antes del terremoto. No quiero imaginarme lo que estará pasando ahora", dijo.

Por su parte, Selva Font, una de las seis médicas que viajan en el avión y experta en emergentología, dijo a la agencia Télam que "la prioridad de los profesionales que viajamos es asistir a las personas que necesitan ayuda, que sabemos que son muchísimas".

La médica ya estuvo en Haití asistiendo a la población durante los ciclones de 2008.