La Bolsa de Comercio de Rosario hizo conocer su satisfacción por el respaldo de la Unión Europea a la posición argentina sobre las exportaciones de harina de soja derivada de semilla genéticamente modificada.

En un comunicado, la entidad señaló su "satisfacción" por la decisión de la Dirección General de Mercado Interior y Servicios de la Comisión Europea que interpretó que las exportaciones de harina de soja argentina obtenida de granos genéticamente modificados "no infringe la patente por el gen RR (que otorga resistencia al herbicida glifosato)" de la empresa Monsanto.

"Esta noticia viene a despejar la incertidumbre que aqueja a los distintos sectores del quehacer granario que siguen con preocupación la evolución de las acciones entabladas en el Viejo Continente que pueden impactar negativamente en nuestro comercio exterior y afectar el normal desenvolvimiento de la producción y los mercados", señaló.

El miércoles, la Comisión Europea dictaminó a favor de la Argentina en la disputa con la empresa Monsanto, por la exportación al Viejo Continente de productos derivados de semilla genéticamente modificada producida en el país.

El organismo europeo dictaminó que "no es suficiente que la información genética se haya incorporado en el producto y que esté siempre presente en el mismo, sino que además es necesario que esa información genética ejerza su función".

"Por consiguiente, la protección de la patente no puede extenderse a los productos derivados en los cuales la información genética es residual y no ejerce ya la función genética", consideró la Comisión Europea.

Para la Bolsa rosarina, esta decisión "implica un firme respaldo a las gestiones llevadas a cabo por la Secretaría de Agricultura ante los organismos europeos".

 "Si bien el dictamen de la Comisión Europea no impide la continuidad de las causas judiciales en demanda de una compensación por daños y perjuicios, sin dudas significará un hecho de peso a ser evaluado por los jueces", agregó.

Asimismo, la entidad reiteró la necesidad de "alcanzar prontamente un equitativo reconocimiento de los derechos de los obtentores de variedades vegetales y de los titulares de desarrollos biotecnológicos, para conseguir el resguardo de la propiedad intelectual y el justo reintegro de las inversiones en investigación".

"Sólo de esa manera se garantizará el acceso a las innovaciones tecnológicas, imprescindibles para mantener en el futuro la competitividad como país agroexportador", concluyó el comunicado.