La CIA reconoció haber destruido los videos de los interrogatorios a miembros de Al Qaeda que incluian diversas formas de tortura.
"Las películas representaban un serio riesgo para la seguridad. Si en algún momento se filtraban, permitirían la identificación de nuestros colegas en la CIA que participaron del programa, exponiéndolos a ellos y sus familias a represalias de Al-Qaeda y sus simpatizantes", aseguraron las autoridades norteamericanas.
La nueva revelación está vinculado a lo ocurrido el mes pasado, cuando la CIA admitió que poseía grabaciones de interrogatorios buscadas en el juicio al acusado por el 11-S, Zacarias Moussaoui.
El programa de detención e interrogatorios fue confirmado en el 2006 por el presidente George W. Bush. En él, los sospechosos de terrorismo han sido sometidos a duros métodos de interrogación, incluida una forma de simular el ahogo conocida como "submarino".
El director de la CIA aclaró que las técnicas eran "legales, seguras y efectivas", y aprobadas por el Departamento de Justicia y otras agencias oficiales. Pero la CIA deseaba asegurarse de que estaban dentro de la ley "por lo que, por su cuenta, la CIA comenzó a videograbar los interrogatorios", dijo.


