Hace exactamente un año, Daiana T. fue herida de un botellazo en la cabeza que alguien arrojó desde un edificio cuando ella fumaba un cigarrillo en la vereda, frente al espacio cultural La Chamuyera. La joven de 24 años estuvo seis meses sin caminar y todavía sigue con rehabilitación y viviendo en lo de un primo porque su casa tiene escaleras que no puede subir. El análisis de ADN tomado de la supuesta botella que la golpeó podría ser determinante para dar con la persona que la arrojó.

Ese 27 de octubre de 2016, Daiana cayó al piso luego de que una botella la golpeara en la cabeza. Ese envase estaba mitad lleno de vino y hasta que llegó a la Unidad fiscal NN la tocaron muchas personas, de modo que hay muchas huellas. Por eso, el análisis de ADN de los rastros de sangre que encontraron en la botella y que comprobaron coinciden con el perfil genético de una mujer, podría ser clave para dar con la persona que la arrojó. Ese análisis va a determinar si la sangre es efectivamente de Daiana y entonces permitirá reconstruir la trayectoria del envase.

Daiana estuvo seis meses en silla de ruedas, ahora se mueve con muletas pero no puede regresar a su casa porque no puede subir las escaleras todavía.

Según publicó El Ciudadano, esa reconstrucción tardará al menos seis meses. Es un estudio costoso y necesita de expertos de distintas áreas del Instituto de Física y la Facultad de Ingeniería y Agrimensura de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y del Conicet. Harán pruebas de impacto con cascos de moto y cabezas de chancho.

Tras el episodio, la botella fue resguardada por testigos del hecho hasta que llegó a manos de la Policía de Investigaciones (PDI) que la tuvieron cuatro meses hasta que fue enviada a peritar. Allí detectaron las muchas huellas dactilares y los restos de sangre que recién ahora descubrieron pertenece a una mujer. No había saliva en el pico ni el corcho, lo que podría haber acelerado la identificación del agresor.