La Suprema Corte de Justicia de Mendoza rechazó poco después del mediodía el amparo presentado por varias ONG de la provincia para impedir la interrupción del embarazo producto de la violación a una joven discapacitada.

Con esta medida, la joven podrá someterse al aborto que había solicitado su madre y que había sido autorizado por el juez de familia Germán Ferrer en un fallo de primera instancia. De hecho, el gobernador de esa provincia,
Julio Cobos, aseguró este martes a la tarde que su gobierno "pondrá a disposición" el hospital público Luis Lagomaggiore para realizar la intervención.
 
El mandatario también aclaró en diálogo con Télam que si bien no conoce el fallo "está encargándose el ministro de Salud" de que esté todo dispuesto en el hospital, como ordenó la Justicia, y ahora serán "los médicos de ese hospital" los que tendrán en sus manos la decisión de realizar la operación.

A la mañana, la hermana de la chica discapacitada había hablado con Radio 2. “Nadie habla de la vida de Claudia ni de su enfermedad. Todos los que hablan del tema no saben de los problemas que tiene y de lo que este embarazo significa para ella”, firmó Cristina.

Las afirmaciones de Cristina vienen a colación del fallo de una jueza de Mendoza, que ahora revirtió la Corte, que hizo lugar a un recurso de amparo para impedir la interrupción del embarazo de su hermana.

El recurso de amparo fue presentado por una organización autodenominada defensora de la vida, que se opone a la realización de la operación, en este caso avalada por la ley, aún en un hospital público.

La medida de la magistrada enfrenta la autorización del juez de Familia Germán Ferrer, que habilitó el viernes pasado la interrupción de la gestación, al amparo del artículo 86 del Código Penal, cuyo inciso 2 indica que "el aborto no es punible si el embarazo proviene de una violación cometida sobre una mujer discapacitada mental”.

En tanto, Cristina, su madre y su hermana debieron retirarse del hospital tras el fallo judicial que impide la interrupción del embarazo. “Le estaban haciendo los estudios prequirúrgicos y sin embargo tuvimos que abandonar el lugar porque no se autorizaba la práctica”, señaló Cristina.

La joven que tiene 25 años padece una discapacidad mental severa y sufre convulsiones. Aunque se comunica por sus propios medios no se desenvuelve sola en la vida, según contaron sus familiares. “Con cada uno de los ataques que le daban antes de encontrar la medicación para su síndrome, según los especialistas, se le morían una a una las células cerebrales. Por lo tanto, mi hermana no sale sola de casa ni a la vereda”, contó Cristina.