La Iglesia católica solicitará al gobierno que la próxima ley nacional de Educación "financie equitativamente tanto a la educación de gestión pública como a la privada", de manera que los colegios religiosos puedan ser "gratuitos".

"Lo que pedimos es que el Estado, por un principio de justicia distributiva, financie equitativamente. Queremos que el principio de libertad de enseñanza sea llevado hasta las últimas implicancias", afirmó el presidente de la Comisión Episcopal de Educación Católica, monseñor Guillermo Garlatti.

El arzobispo de Bahía Blanca, en rueda de prensa, subrayó que "el deseo de la Iglesia" es que sus instituciones educativas "sean gratuitas" para que los padres no se vean impedidos por razones económicas de brindarles a sus hijos la educación que desean.

Remarcó que la Iglesia aspira a que sus instituciones no "aparezcan como colegios de privilegio", al anticipar uno de los puntos que tendrá el documento sobre educación que emitirá mañana la Asamblea Plenaria de Obispos que sesiona en Pilar, provincia de Buenos Aires.

"Todos los padres de familia que mandan a los chicos a los colegios de gestión privada pagan los impuestos como los padres de familia que mandan a sus hijos a gestión estatal y, por lo tanto, tienen el derecho que el Estado, por un principio de justicia distributiva, financie también las instituciones educativas de gestión privada", apuntó.

En la actualidad, la mayoría de los colegios de gestión privada en general y los católicos en particular reciben del Estado diferentes subsidios para solventar gastos operativos y salariales.

Pero, salvo excepciones, los subsidios no alcanzan a cubrir todas las erogaciones propias de la institución y esto redunda en el cobro de cuotas a los padres de los alumnos que, en algunos casos, son sensiblemente elevadas.

Además, los aumentos salariales a los docentes suelen impactar en las cuotas, puesto que a los colegios no se les amplían los aportes estatales en esas circunstancias.

La Asamblea Plenaria de Obispos, en el documento que hará público mañana, expresará una serie de "principios" que desea que el ministerio de Educación incluya en el futuro texto de la Ley Nacional del sector.

Entre estos puntos, además, constará el "respaldo al principio de libertad de enseñanza y de libertad de conciencia", además del concepto de "educación como bien público, personal y social".

También, solicitarán que la educación tenga "preminencia en los sectores más excluidos, sobre la base de educación de calidad".

En tanto, uno de los ejes primordiales sobre los que hará foco el documento está dado en que la Ley considere la "dimensión trascendente del hombre", respetándose la "dimensión espiritual y religiosa" de las personas.

Monseñor Garlatti subrayó que este último aspecto representa la voluntad común de todas las expresiones religiosas.