La Tigresa tiene banca. Al menos la del público, que ayer le volvió a levantar la mano y salvó a la boxeadora Marcela Acuña de tener que dejar Bailando por un sueño 3. Los televidentes le bajaron el pulgar a Beatriz Salomón, que quedó afuera.

La Tigresa y la Salomón habían sido nominadas por segunda vez por el jurado, con el cual la Tigresa tuvo varios cortocircuitos.

Pero la gente está con la boxeadora, que obtuvo el 63 por ciento de los votos telefónicos.

Mientras, la que anoche no anduvo del todo bien fue Evangelina Carrozzo, la ex reina del carnaval de Gualeguaychú, que tuvo algunas dificultades al bailar hip hop con su soñador uruguayo. Es que la ecologista antipapeleras sufrió una fisura en una costilla.