Virginia Bertetti y Fernando Mattevi recorrieron a dedo el país. Mochila al hombro, ahora el destino es la parte sur del continente. El viaje tiene como intención conocer parte de la historia de cada uno de los países de Sudamérica y su gente. Los jóvenes viajeros esperan conocer en casi 120 días diferentes destinos del cono sur.

“Somos viajeros desde hace muchos años y hemos recorrido el país a dedo”, comentó Bertetti, quien desde hace diez años vive en la ciudad de Rosario. Es por eso que habiendo conocido los paisajes local, ahora buscan acercarse a las diferentes realidades que se viven en países Latinoamérica. “El viaje nace a partir de la idea de cruzar las fronteras luego de haber recorrido la mayoría de las provincias argentinas, ya que no queríamos salir antes de conocer las distintas realidades de las regiones de nuestros país”, expresó Bertetti.

El plan es sencillo: “Recorrer parte del continente a dedo. Sin un itinerario definido, dado que cada vehículo que frena va demarcando el rumbo y las historias que nacerán de ese viaje”, comentaron los aventureros desde el blog que será testigo de todo el recorrido.  “Salimos al camino buscando aprender de las diferentes idiosincrasias nacionales. Ver que es lo que nos une con un chileno, un boliviano o un colombiano”, dijo Virginia consultada por Rosario3.com.

Más allá de la historia aprendida en libros de texto, los jóvenes afirmaron que viajar es aprender caminando. “Ese aprendizaje a su vez queremos compartirlo, a través de las herramientas que nos brinda internet, con el blog, Twitter y espacios en las redes sociales como Facebook. Con letras y fotos trataremos de comunicar parte de lo que vamos viendo en el camino”, agregó Bertetti.

Sin itinerario definido y con un tiempo estimado de recorrido de cuatro meses, Virginia y Fernando confían en que los lugareños de cada uno de los países visitados sean quienes les propongan rutas a seguir.

En cuanto al tema dinero, los chicos tienen todo bastante organizado. Durante los meses de trabajo cada uno ahorra, tienen un monto básico por día y “algunas pulseras y collares de macramé, como colchoncito en caso de alguna necesidad”, dijo Bertetti.

El viaje comenzó el último día del 2009 en Estación Guanaco. “Hospedándonos en una iglesia abandonada en un pequeño pueblo de cuatrocientos habitantes entre Pehuajó y Carlos Casares –sobre la ruta nacional N 5-,  despedimos el año con amigos  y mochilas semicargadas”, escribió Virginia en su diario de viaje.

El recorrido continúa. El segundo destino será  Valparaíso, Chile, el primero de los países que visitarán estos “Hijos de Ruta”.