Los niños y adolescentes que padecen de rinitis alérgica, una enfermedad que se caracteriza por una abundante secreción nasal, estornudos frecuentes y estado congestivo crónico, disminuyen su rendimiento escolar y otras actividades sociales, al ser subestimada por los pacientes y subtratada por los médicos.

Así lo reveló un estudio internacional realizado por AILA (Alergias en América latina), efectuada a más de mil personas de ocho países de esa región y que fue presentada ayer en el Congreso Mundial de Alergia, que se lleva a cabo en la ciudad de Buenos Aires.

En la Argentina fueron relevados 218 hogares de Rosario, Córdoba y de la ciudad de Buenos Aires, donde al 71% de los encuestados le resultaba intolerable las molestias ocasionadas por la rinitis alérgica. Además, las personas consultadas consideraron que la prescripción de esteroides nasales, necesarios para su tatamiento, es baja.

Hugo Neffen, jefe de la Unidad de Medicina Respiratoria del Hospital de Niños Orlando Alassia de la provincia de Santa Fe, destacó que este tipo de alergia “es subestimada por los pacientes, subdiagnosticada por los médicos y consecuentemente subtratada”. “No es sólo un problema de la Argentina, sino de toda la región”, dijo el especialista, para quien las consecuencias de este manejo inadecuado “impactan mucho más allá del aparato respiratorio, debido a que el síntoma más molesto para los pacientes, que es la congestión nasal, está asociado a trastornos del sueño”.

En los niños, el rendimiento escolar disminuyó en un 35% cuando los síntomas eran más agudos, en un 41% las actividades con su familia y en un 37% sus relaciones con amigos, mientras que el 45% de sus padres aseguraron que los remedios que recibían “no eran eficaces”.

Pese a la abundancia de tratamientos contra esta enfermedad, la encuesta AILA demostró que muchos pacientes no las conocen ya que muy pocos cambiaron su tratamiento alguna vez y, de los que lo hicieron, sólo el 6% fue por propia iniciativa. En las conclusiones del relevamiento, se menciona que la rinitis alérgica lleva a una mala calidad del sueño, con la consecuente somnolencia diurna, fatiga, indecisión y deterioro significativo del aprendizaje y la cognición.

“Esto puede hacer que los niños sean tímidos, ansiosos, temerosos o, incluso, que se sientan deprimidos. Inevitablemente, si no se la trata, los síntomas también pueden llevar al ausentismo escolar”, revela el informe.

Según la encuesta, «más de la mitad de los niños latinoamericanos afectados (53%) faltó a la escuela debido a la enfermedad y el 33% informó una pérdida significativa de la productividad».
La rinitis alérgica es una inflamación de la mucosa nasal que se produce cuando se aspiran pólenes, pastos, mohos, caspa y determinados alimentos, entre otros elementos, lo que provoca que el sistema inmunológico ponga en marcha una respuesta elevada, como si la sustancia fuera perjudicial cuando es normalmente inofensiva.

La encuesta dice que en América Latina la prevalencia de esta enfermedad “es del 6,6%, pero es probable que aumente”, ya que el 70% de los asmáticos también tiene este tipo de alergia.
Al igual que los pacientes con asma, las personas con rinitis también tienen más probabilidades de sufrir otitis, efusión crónica del oído medio o apnea obstructiva del sueño.

Fuente: Telam