Luego de los ataques de pirañas a una decena de personas este domingo en las playas de la Florida pública, uno de los guardavidas detalló la arriesgada manera en que hoy comprobarán si los voraces peces siguen en la costa rosarina o si está libre de ellos. Federico Placo, quien trabaja en la Rambla Catalunya, dijo que “la única forma es entrar al río y ante una eventual mordida clausurar la playa”. Además, contó que es “muy difícil” controlar a la gente en un días de tanto calor.

Federico Placo es guardavidas en la Rambla Catalunya y este lunes habló con el periodista Roberto Caferra en el programa Radiópolis (Radio 2). En principio informó que el balneario público “va a estar habilitado”, aunque aclaró que “vamos a evaluar la situación”.

“Hoy con mis compañeros vamos a entrar al río y vamos a ver cómo está el tema y ante una eventual mordida vamos a clausurar la playa”, agregó Federico, dando detalles de la forma en que tienen que constatar la presencia o no de pirañas con sus propios cuerpos.

“Entramos caminando y moviendonos, para tratar de evitar que nos muerdan”, añadió. Y confió que “no hay otro sistema para detectar la presencia de palometas, lo tenemos que comprobar con nuestro cuerpo”.

Placo se refirió a las condiciones que tienen que darse en el río para que las palometas se acerquen a la costa: “Sobre todo tiene que ver la temperatura del agua y que el río esté bajo; las condiciones hoy son esas, pero no es seguro que otra vez haya palometas en ese sector”.

Federico contó que “ayer se ubicaron al lado del club Remeros Alberdi” y confirmó que “hubo unas 20 mordidas”.

“Sobre el sector de Remeros hay un espigón que lo usan para las embarcaciones, ahí no hay tanto viento y puede ser por eso que se hayan ubicado allí”, precisó.

Cuando le preguntaron si existe alguna forma de espantar a las palometas, Federico respondió que “hoy vamos a hacer el intento de colgar unas pastillas de cloro sobre el boyado, según algunas opiniones eso puede ahuyentarlas”.

El guardavidas describió lo complicado que se les hace lidiar con los concurrentes al balneario: “Ayer hubo mucha gente, con 40 grados de calor, fue difícil decirle a la gente que no se podía meter al agua. Habilitamos unas duchas para que la gente se pueda refrescar pero fue complicado”, señaló.

“Siempre hay casos de indisciplina, de borrachos, de peleas”, confió.

Federico recomendó “mirar la bandera: si es roja no se pueden meter al agua, si es amarilla hay que tener precaución y si es roja y amarilla está habilitado la entrada al agua”.