Vanessa Tanasio fue declarada muerta pero “volvió a nacer”: el corazón de la australiana de 42 años volvió a latir después de 42 minutos. La mujer, madre de dos hijos, había llegado al hospital Melbourne con dolores en su pecho y brazo izquierdo: estaba teniendo un infarto. Sus arterias, completamente tapadas habían provocado el infarto que llevó al cuerpo médico a anunciarla clínicamente muerta. Pero su cardiólogo no se dio por vencido y a través de un novedoso dispositivo evitó que su cerebro se quedara sin sangre y le practicó una cirugía sobre las arterias colapsadas que finalmente la hizo volver a la vida.
Según publicó Infobae, el médico responsable del milagro se llama Wally Ahmar. Él atendió a Vanessa cuando ingresó al Monash Medical Centre.
La expresión “clínicamente muerto” significa que una persona dejó de respirar y que su sangre ya no circula; por ello con el objetivo de ganar tiempo y conseguir que el torrente continuara el recorrido hacia el cerebro, Ahmar utilizó una máquina de compresión llamada Lucas 2, la única de este tipo que hay en Australia. El dispositivo le permitió mantener el flujo de sangre mientras destapaba la arteria, la cual una vez desbloqueada, hizo que el corazón de Tanasio volviera a latir.
"Recuerdo estar en mi sofá, después el suelo, después llegando al hospital y luego dos días desaparecieron", recordó la mujer para quien estar viva después de casi una hora muerta “es surreal".
El dispositivo Lucas comprime el pecho, de manera similar a cuando se realiza la maniobra de resucitación cardiopulmonar (CPR), y permite a los doctores trabajar sin parar para colocar un stent (dispositivo cilíndrico) en el interior de una arteria bloqueada.
Según publicó Infobae, el médico responsable del milagro se llama Wally Ahmar. Él atendió a Vanessa cuando ingresó al Monash Medical Centre.
La expresión “clínicamente muerto” significa que una persona dejó de respirar y que su sangre ya no circula; por ello con el objetivo de ganar tiempo y conseguir que el torrente continuara el recorrido hacia el cerebro, Ahmar utilizó una máquina de compresión llamada Lucas 2, la única de este tipo que hay en Australia. El dispositivo le permitió mantener el flujo de sangre mientras destapaba la arteria, la cual una vez desbloqueada, hizo que el corazón de Tanasio volviera a latir.
"Recuerdo estar en mi sofá, después el suelo, después llegando al hospital y luego dos días desaparecieron", recordó la mujer para quien estar viva después de casi una hora muerta “es surreal".
El dispositivo Lucas comprime el pecho, de manera similar a cuando se realiza la maniobra de resucitación cardiopulmonar (CPR), y permite a los doctores trabajar sin parar para colocar un stent (dispositivo cilíndrico) en el interior de una arteria bloqueada.