Una supuesta técnica de medicina tradicional china consistente en impulsos eléctricos de bajo voltaje es utilizada en clínicas militares para combatir la "adicción a Internet", que padece un 14 por ciento de los adolescentes chinos.

La polémica se desató luego de que el diario "The Washington Post" publicó un reportaje sobre los métodos de la Base de Crecimiento Psicológico para Adolescentes Chinos, un hospital militar en el distrito pequinés de Daxing, y su director no ha dejado de recibir llamadas desde entonces.

El centro de Daxing, el más antiguo y el mayor de los ocho que hay en China, se inauguró en 2005 y cuenta con una media de 30 internos de entre 12 y 24 años, que en verano llegan a 70. Ofrece servicios gratuitos para familias pobres que no pueden pagar los 1.192 dólares mensuales de un tratamiento de 3 meses.

"He leído el reportaje, pero no utilizamos electroshock. Vieron que los niños tenían electrodos en la cabeza y en los pies y pensaron que era eso. Pero los de la cabeza son para controlar las ondas cerebrales", explica Tao, psicólogo de 45 años experto en drogadicciones.

"Lo hacemos cuando ingresan y cuando les damos de alta, porque algunos padres se quejan de que su hijo está muy agresivo y con esos gráficos comprobamos si ha habido algún cambio". Y en cuanto a los pies dice: "Es una máquina para reajustar el reloj biológico".

"Estos niños viven conforme al horario americano, juegan en Internet toda la madrugada. Por eso durante el día les obligamos a hacer ejercicios militares y antes de dormir usamos esta máquina durante media hora para reajustar sus horarios", prosigue.

"Según la medicina tradicional china, en el cuerpo hay muchos puntos que estimulados con electricidad de bajo voltaje (4 voltios) ayudan a dormir. Los chicos se sienten en calma. Es como la acupuntura, pero sin dolor", explica el médico.

Sin embargo, esta máquina no se encuentra en ningún hospital pequinés de medicina tradicional, excepto en el Número 6 de la Universidad de Pekín, donde se utiliza para "los pacientes más agresivos o con insomnio", reconoce Tao.

Aunque los expertos no se ponen de acuerdo sobre si la adicción a Internet es una enfermedad mental, en China el asunto se complica debido a la situación política, ya que aunque el régimen comunista se ha abierto a la economía, mantiene una férrea censura mediática.

Con 140 millones de internautas, el segundo mayor número del planeta, China está considerado el país más represivo en la red, con 52 "ciberdisidentes" entre rejas por haberse quejado del régimen.