Una mínima deshidratación puede causar pérdidas de atención y de memoria, según el estudio “Hidratación y rendimiento cognitivo”, dirigido por el catedrático de la Conducta de la Universidad de Oviedo, José Antonio Flórez

El análisis revela que la deshidratación afecta tanto a nivel fisiológico como cerebral, ya que, con pérdidas de entre el 1 y el 3% de los líquidos corporales, aumenta el tiempo de reacción y disminuye la memoria, la atención, la respuesta refleja, y se producen alteraciones de la destreza y descoordinación.

El Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) recordó la importancia de beber de dos a tres litros al día, incluyendo variedad de bebidas como agua, infusiones, refrescos, jugos y lácteos. Con pérdidas del 1% aumentan los tiempos de reacción y disminuye la memoria y, a partir del 2%, se producen pérdidas momentáneas de memoria, disminuye significativamente la atención, las respuestas reflejas, la coordinación psicomotriz, la voluntad y el pensamiento, y la coordinación visual y motora.

Con más del 3%, pueden aparecer dolores de cabeza, alteración en la destreza y desorientación. Si superan el 6% es frecuente que se produzcan delirios y/o alucinaciones, y que baje la memoria a corto plazo.

Fuente: Infancia Hoy