Los sectores productores de bienes tuvieron durante enero-marzo de este año un crecimiento del 8,8 por ciento, que empujó al Producto Interno Bruto con una suba de 8,6 por ciento respecto a igual período del año anterior. El incremento estuvo determinado principalmente por el aumento del 8,5 por ciento en la industria y del 24,1 en la construcción. En tanto los sectores productores de servicios aumentaron un 8,4 por ciento en términos interanuales, especialmente por el alza del 25,1 por ciento en la intermediación financiera, rubro este que había estado deprimido en los años anteriores. También aumentó un 17,3 por ciento el sector de transporte, almacenamiento y comunicaciones, en directa relación con el crecimiento de la actividad económica. Con estas cifras, y de manera provisoria, el Indec dio cuenta que el PBI de enero-marzo estuvo un 1,2 por ciento por sobre la marca de octubre-diciembre de 2005. En el caso de la industria, este crecimiento se produce en el marco de "un aumento sostenido de la inversión", lo que permitió aumentar la producción con niveles similares en la utilización de la capacidad instalada en el primer trimestre del 2006 en relación al 2005. Durante el primer trimestre del año, la actividad industrial creció el 6,1 por ciento, alentada principalmente por la construcción, el sector automotriz, la elaboración de alimentos, entre otros rubros. Para la consultora Ecolatina este año arrancó con un "piso de crecimiento" del 6,4 por ciento y la particularidad es que buena parte del repunte vendrá de parte del sector servicios, que en los años previos venía rezagado respecto de otros rubros. En medio de estas cifras, la consultora MVA-Macroeconomía, estimó que el crecimiento del PBI para este año será "no menor" al 6,7 por ciento. Sin embargo, la ministra de Economía y Producción, Felisa Miceli, mantine la cautela y asegura que el crecimiento rondará el 6,0 por ciento anual. Pero en el Palacio de Hacienda estiman que para mantener "esta tasa de crecimiento excepcional" del 9,0 por ciento anual es necesario lograr un nivel de inversión de entre el 35 y 40 por ciento del PBI. En la actualidad, la tasa de inversión en Argentina, oscila en el 23 por ciento del PBI, toda una marca record, ya que gran parte del dinero se destina a reactivar el consumo, "en especial de los sectores más postergados".