La doctora Silvia Dahinten de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB), detectó una variación en la estatura de los varones enrolados y nacidos en Chubut, pertenecientes a las clases 1909, 1919, 1929, 1939 y 1949. Los datos analizados muestran un incremento de alrededor de 4,1 centímetros en un período de 40 años.

Dado que la variación de la talla es un índice del bienestar de las poblaciones, la información resultante del estudio contribuye al conocimiento de la migración rural urbana, la evolución y consecuencias sobre la salud de los habitantes y a comprender el proceso de poblamiento de la Patagonia.

“La talla es un indicador importante de la adaptabilidad y plasticidad de los seres humanos. Puede ser utilizada como un registro acumulativo de la historia biológica de una población humana ya que refleja el ambiente eco geográfico, social, económico y político, en el que las personas viven y se desarrollan” explica la doctora Dahinten, investigadora de la Facultad de Ciencias Naturales, Puerto Madryn y del Cenpat-Conicet.

El estudio del crecimiento en talla de los varones de 18 años de la provincia de Chubut evidenció un incremento, en las cuatro décadas analizadas, lo que constituye una muestra de que la calidad de vida mejoró, en general, a lo largo del período considerado en la provincia. Esos datos permitieron relacionar la variación de las tallas con el nivel de instrucción de los individuos, “así encontramos diferencias altamente significativas de alrededor de 4,5 cm entre personas instruidas (alfabetos) respecto de personas sin instrucción (analfabetos)”.

El equipo liderado por la doctora Silvia Dahinten estudió la variación de la talla respecto a los diferentes tipos de trabajo: calificados, oficios y trabajos no calificados. La investigadora expresó que “en estas tres categorías también tuvimos diferencias significativas de talla. Más altos aquellos de oficios calificados; tallas medias los de oficios intermedios y tallas más bajas en oficios de baja calificación”.

El presente trabajo es particularmente novedoso puesto que no existen antecedentes de estudios de tendencia secular de talla humana en poblaciones de Patagonia. Por lo tanto, los resultados que se obtengan serán de alto impacto en el campo de la Salud Pública y Epidemiológica de la región, en tanto que la variación de la talla se considera un indicador del bienestar de las poblaciones. Si bien los genes estipulan la estatura de la personas, en este caso en particular se evidencia un cambio favorable en la calidad de vida de los habitantes de la región. Aunque tanto la talla y el crecimiento de los individuos están determinados genéticamente, existe una gran influencia ambiental que se enmascara en la expresión genética.

Dahinten recabó la información en el Comando de la IX Brigada Mecanizada de Comodoro Rivadavia, donde se encuentran los registros de incorporación de conscriptos que debían cumplir con el Servicio Militar Obligatorio. Además de la altura de los conscriptos, se obtuvieron otras variables discretas de varones mayores de 18 años como apellidos, lugar de nacimiento, ocupación, aptitudes y profesión, de los enrolados en la provincia de Chubut. “La amplia distribución territorial de las Oficinas Enroladoras, permitió realizar comparaciones respecto a la variación geográfica de la estatura y de su tendencia secular, es decir, su variación en el tiempo. También permitió observar la variación de este indicador biológico en relación a los diferentes grupos migratorios, en un rango temporal amplio (1909-1949)” señala la doctora.

La base de datos se constituye de una muestra de 3.500 individuos que nacieron y vivieron en Chubut en ese período de tiempo. La talla es el parámetro de crecimiento más importante como indicador de calidad de vida y es ampliamente utilizado por los economistas cuando abordan estudios sobre ingreso y calidad de vida en poblaciones humanas históricas y actuales.

El proyecto cuenta con un equipo de investigación integrado por un historiador, una antropóloga, un especialista en estadística y una médica. Los datos obtenidos permitirán contribuir tanto a la comprensión del poblamiento de la Patagonia como al conocimiento acerca de la migración rural urbana, su evolución y consecuencias sobre la salud de las poblaciones. “Ahora trabajamos en aspectos geográficos, ya que no es lo mismo crecer en la cordillera de Chubut que en los conglomerados urbanos que se asientan en la costa que, a su vez, son totalmente diferentes a la meseta central”.

Además, el nivel de ingesta alimentaria y la dieta varía entre estas tres grandes zonas eco-geográficas. Se obtuvieron tallas más altas en los individuos nacidos y criados en la zona costera respecto a las otras dos regiones geográficas estudiadas (cordillera y meseta), indicando nuevamente que el ambiente biofísico- cultural afecta el crecimiento del individuo y de las poblaciones. “Por ejemplo, si nuestros genes nos disponen para una talla alta de 1,70, pero vivimos en un ambiente nutricional deficitario, situación muy frecuente en países emergentes, como Argentina, se observarán tallas adultas más bajas que las esperadas para ese grupo poblacional. Así, los genes no logran su correcta expresión ya que está modificada por la acción del ambiente en general” indica Dahinten.

Las conclusiones que se obtengan favorecerán el análisis de las distintas estrategias que debieron desarrollar los pobladores para sobrellevar la vida en una de las mayores zonas semiáridas del planeta. Tal es así, que el poblamiento de esta región no se realizó en forma homogénea, sino que fueron surgiendo núcleos urbanos costeros en relación a la explotación de los recursos naturales.

Fuente: Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco