Momentos de dolor para la familia de Carlos Pérez, el repartidor de gaseosas de 19 años asesinado de un disparo por un ladrón en Pasco y Avellaneda. Mientras se desarrolla el velatorio y la despedida de sus restos mortales por parte de los íntimos, familiares y amigos no deja de exigir justicia por su muerte.

María, la mamá de Carlos,  muy dolida por lo que pasó, dijo que la primera imagen que tuvo de su hijo muerto, fue la del joven con un disparo en la espalda y no lo podía creer. La mujer agregó que no cree que finalmente se condene a los autores del hecho. “Sé que está detenido, pero es un menor ¿Cuánto puede estar preso?", se preguntó la mamá de Carlos.

La familia recuerda los momentos alegres por los que estaba atravesando Carlos. El muchacho asesinado estaba trabajando para hacerse una casa donde vivir junto a su beba de sólo 4 meses y su esposa. Además, s. familia se encontraba preparando la fiesta de casamiento de uno de los 6 hermanos del chico asesinado.

En la exigencia de justicia la mamá de Carlos Pérez comparó el caso de hijo con el caso de Luciano Drovandi, que generó varias movilizaciones de reclamo. “Los vecinos me apoyan y cuando pase todo esto que es muy reciente vamos a hacer marchas”, dijo la mujer a Radio 2.

Carlos Pérez repartía gaseosas en la tarde de este miércoles y murió luego de recibir un disparo por un hombre que lo asaltó en Avellaneda y Pasco. El ladrón le sustrajo al conductor unos doscientos pesos e inmediatamente se dio a la fuga para esconderse en una villa cercana.

Desde el velatorio, el tío de Carlos contó los detalles del hecho en contacto con Radio 2. El hombre explicó que él, su sobrino y un tercer empleado estaban atendiendo a un cliente de Cochabamba al 4000. En ese momento, apareció el sujeto armado que los apuntó queriendo llevarse la recaudación. Ante la negativa de Carlos de entregarle la recaudación el menor le disparó e intentó salir en su bicicleta, pero recibió un cajonazo del empleado del camión repartidor. "Lo corrimos hasta Ituzaingó y Valparaíso, pero se metió en la villa", dijo el hombre.

El tío de Carlos reflexionó además acerca del los valores que trasnportaban: "Llevamos Coca Cola por unos 7 mil u 8 mil pesos. Pero nuestra vida no vale nada"