Ricardo Robins

Sin la violencia del cruce a balazos que dejó un muerto el sábado 12 abril, la disputa por el control del Sindicato de Camioneros de Santa Fe entre dos sectores continúa y empieza a complicar la actividad del transporte. La intervención en Rosario que dispuso la Federación nacional que controla Hugo Moyano aún no se efectuó y un grupo local resiste. Ambos sectores le reclaman a las firmas del sector que abonen los aportes patronales, trámite necesario para la continuidad laboral, pero los empresarios no saben a quién responder.

Esta semana, esa virtual doble conducción empezó a traducirse en problemas concretos. Desde situaciones individuales -como la de un chofer que necesitaba hacerse estudios en la mutual camionera y no pudo hacerlo-, hasta de funcionamiento operativo. El lunes, por ejemplo, un camión no pudo efectuar una carga en una firma de productos siderúrgicos de Bragado, Buenos Aires, porque no le reconocieron el “libre de deuda” emitido por el Sindicato de Santa Fe.

Las industrias, a pedido de la Federación nacional, reclaman a los transportistas que tengan todos los papeles en regla con el gremio. La conducción de Moyano ya no reconoce a los actuales ocupantes del sindicato con sede en Rosario y eso genera un vacío. En el medio quedan las firmas, que no saben a quién recurrir.

Las dudas por la interna amenazan con agravarse la semana próxima, cuando vencerá el plazo para que las firmas abonen los aportes patronales. Desde el sindicato local enviaron un mail exigiendo que, “por inconvenientes técnicos temporales, ajenos a nuestra institución”, ese pago se realice en la sede de Pasco 1043. En paralelo, la Federación de Moyano envió un comunicado notificando que debe hacerse “mediante transferencia o depósito en la correspondiente cuenta bancaria” y advierte que los pagos que no se hagan de esa manera “carecerán de toda validez”. Es decir: un trámite, dos reclamos.

El comunicado firmado por Moyano

"No sabemos a quién pagarle y no es poca plata como para dársela a alguien que después no tendrá reconocimiento", contaron desde una de las empresas del sector a Rosario3.com. Ningún empresario quiere enfrentar a Moyano pero tampoco desconocer al grupo de Rubén López -ex secretario gremial y titular de la CGT Rosario-, de buen diálogo con el sector y que resiste la intervención y plantea un quiebre con la conducción nacional.

Ante la duda, los transportistas eligen esperar, pero la resolución del conflicto (que esconde un botín milllonario) se dilata. El miércoles de la semana pasada se esperaba la llegada del líder camionero junto al interventor Pedro Mariani. El sector de López -que a su vez desplazó a Marcelo Dainotto- ocupó la sede y prometió quedarse. El desembarco se pospuso. El propio Mariani dijo ese día que se concretaría el jueves o "a más tardar el lunes". Algo que ocurrió recién este martes y sin Moyano.

Mariani arribó a la ciudad por la mañana y se encontró con el grupo que comanda López. Después de la reunión, el interventor designado volvió a Buenos Aires y dijo que continuará su tarea “en otro espacio físico y se comenzará con la regularización de la obra social para los afiliados”, informaron fuentes gremiales.

López, por su parte, convocó a una asamblea para el sábado al mediodía en el camping que el gremio tiene en Pérez. Mismo día, horario y lugar tuvo la reunión fatal del 12 de abril, con una impresionante balacera y cinco heridos, uno de ellos, Nicolás Savani, finalmente murió.

Espectadores de un "problema ajeno"

Desde la Asociación de Transportes de Cargas de Rosario (ATCR) buscaron bajar el tenor del malestar en el sector. “Es un problema ajeno a nosotros, que somos espectadores de lo que está pasando y esperamos que se arregle lo más pronto posible”, afirmó a Rosario3.com Alfredo Guagliano, presidente de la entidad.

Reconoció además que es difícil para la Asociación aconsejar qué hacer a las empresas y deslizó que cada firma está tomando sus propias decisiones.

Sobre el camión que no pudo cargar en Bragado, señaló: “Fue un caso aislado”. “En general no estamos teniendo problemas graves pero la semana que viene vence el plazo para pagar los aportes. Estamos expectantes a ver cómo se soluciona el conflicto”, dijo Guagliano y agregó que, si eso no ocurre, la situación del sector “se va a complicar”.