Nunca más cierto: hay de todo en la viña del Señor. El fenómeno aún sin explicación de las hamacas que se mecen en una plaza de Firmat despertó todo tipo de repercusiones. En este caso, un lector de Rosario3.com lanza algo así como la tercera vía entre los defensores de la ciencia y los adeptos a explicaciones paranormales.

“Desde chico solía subirme a las hamacas precisamente porque se movían. Eso era lo que me atraía: su función básica de hamacar. Un detalle: cuando la hamaca no se movía, me iba al tobogán. Respetuosamente. Roberto Gasperna”. Se trata, sin duda, de una versión nostálgica que incluye su ilustración del boom de la hamaca.