Los ataques de los insurgentes iraquíes contra las tropas de Estados Unidos alcanzaron en julio la cifra mensual más alta desde el comienzo de la guerra, a pesar de la muerte del cabecilla Abu Musab al-Zarqawi, indicó el diario The New York Times.

Las cifras elaboradas por los militares de Estados Unidos y del Reino Unido, suministradas a petición de The New York Times, "ofrecen más pruebas de que la insurgencia contra las tropas estadounidenses ha seguido fortaleciéndose".

"Además de un incremento agudo en los ataques entre sectas, el número de acciones diarias contra las fuerzas estadounidenses y las fuerzas de seguridad iraquíes se ha duplicado desde enero", según el Times.

En julio, de 2.625 artefactos explosivos, 1.666 estallaron y 959 fueron descubiertos antes de que explotaran, indicó el diario. En enero estallaron o fueron encontradas 1.454 bombas.

The New York Times citó a un alto funcionario del Pentágono, a quien no identifica, que indicó que "la insurgencia (en Irak) se ha tornado peor en casi todos los aspectos, y los ataques se encuentran en niveles históricamente altos".

"La insurgencia tiene más apoyo público y ha demostrado que tiene más capacidad que en cualquier otro momento en lo que hace al número de personas activas y en su habilidad para dirigir la violencia", señaló el mismo funcionario.

El Times citó asimismo otro informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa, fechado el 3 de agosto, que "detalla el empeoramiento de las condiciones de seguridad en el país y describe cómo Irak está en peligro de deslizarse hacia una guerra civil".