Virginia Giacosa
No sólo la ciudad de Rosario le dice basta al pucho. La ley antitabaco ya está en marcha en las ciudades más importantes de Argentina y en consonancia con una tendencia mundial son muchos los países que se sumaron a esta iniciativa.
La ley antitabaco (12.432) que fue aprobada en la provincia en enero de este año tiene legislaciones correlativas en otras partes del país. En San Juan y Córdoba ya no se puede fumar ni siquiera en boliches, restoranes, cafés ni otros locales que hasta ahora tienen sectores para fumadores. Es que los espacios cerrados de propiedad privada, pero con concurrencia pública, fueron agregados a la lista de sitios vedados a fumadores.
Aunque en Buenos Aires la aplicación de la ley se planteó en etapas, a los porteños ya les llegó el momento de empezar a convivir, poco a poco, con la legislación antitabaco. Ya entró en vigencia la primera fase de la norma sancionada en septiembre del año pasado. Se prohíbe fumar en todos los edificios públicos, hospitales y colegios. En tanto, en octubre llegará la hora de la segunda parte de la ley, que avanzará sobre los espacios privados de acceso público. Estará prohibido fumar en los bares y restoranes cuya superficie no alcance los
En Brasil, está prohibido fumar en todos los lugares estatales, sean federales o municipales, y en otros lugares públicos cerrados. También se prohíben las propagandas de cualquier cigarrillo. Y desde hace un tiempo, se prohíbe fumar manejando. La multa por infringir esto último trepa los 85 reales.
Casi a la par de Argentina, en Uruguay se empezó decirle chau al tabaco. La prohibición de fumar ya rige para espacios cerrados de uso público, tanto estatales como privados. Esta medida, impulsada por el presidente Tabaré Vázquez, médico oncólogo de profesión, prevé severas multas para el millón de fumadores uruguayos.
Los europeos no se quedan atrás. En la misma sintonía que el resto de los países que se acoplaron a la tendencia mundial de un planeta libre de humo, en España desde principios del 2006 entró en vigencia una norma antipucho. Está prohibido fumar en lugares públicos y en empresas privadas. Los bares y restaurantes cuya superficie sea inferior a