Pasadas las 13 empezó a gotear en el centro de Rosario y la peatonal fue el escenario de diversas reacciones. Aparecieron los precavidos que sacaron sus paraguas ante la envidia del resto, los exagerados que se parapetaron en la puerta de los negocios cómo si estuviese reeditándose la tormenta del 15 de noviembre y los desentendidos que siguieron caminando normalmente, casi disfrutando el agua en su rostro.

Pero de repente, mientras la llovizna se hacía cada vez más intensa, surgieron desde las esquinas los gritos oportunistas: “Paraguas, paraguas”. Era el momento que esos comerciantes de la necesidad estaban esperando desde la mañana, agazapados, atraídos por lo gris del cielo.

“Y sí, la verdad que es un día ideal”, le confesó uno de ellos a Rosario3.com, segundos más tarde de haber concretado la venta de ese elemento por diez pesos a una niña vestida de rosa e indefensa (las pruebas están en las fotos de esta nota).

Ante ese cruel panorama, se suma un dato desalentador. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) la lluvia se prolongará todo el domingo con una temperatura de 15 grados a la mañana y 22 por la tarde. Recién el lunes aclararía el panorama y terminaría la tiranía de los vendedores de paraguas.