El acelerador de partículas del CERN, el Laboratorio Europeo de Física de Partículas, arrancará de nuevo este fin de semana después de 14 meses de reparaciones a consecuencia de una grave avería ocurrida a los pocos días de ponerse en funcionamiento.

Según confirmó el portavoz del CERN James Gillies, los científicos inyectarán entre el sábado o el domingo un haz de protones en el acelerador para hacer que dé la vuelta completa a ese túnel de 27 kilómetros de largo, situado a 100 metros de profundidad bajo la frontera suizo-francesa.

Una vez que el acelerador, llamado también La máquina de Dios, funcione a pleno rendimiento, presumiblemente a principios de 2010, producirá cientos de millones de choques frontales de partículas a una velocidad próxima a la luz.

En ese momento se recrearán los instantes posteriores al Big Bang, lo que dará informaciones claves sobre la formación del universo y confirmará o rebatirá la teoría estándar de la física.

La existencia de esa partícula, que debe su nombre al científico que hace 30 años predijo su existencia, se considera indispensable para explicar por qué las partículas elementales tienen masa y por qué las masas son tan diferentes entre ellas.

La circulación de partículas por el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), se hará en un primer momento a baja energía, unos 450 GeV (gigaelectrones volt), y cuando los científicos inyecten haces en direcciones opuestas se producirán, a esa velocidad, las primeras colisiones.

A partir entonces, el experimento consistirá en ir aumentando progresivamente la potencia de la circulación de los protones, hasta llegar al momento más esperado y temido por algunos: las primeras colisiones de partículas a velocidad cercana a la de la luz, lo que se calcula que podría ocurrir para enero.

Cuatro grandes detectores que están situados a lo largo del túnel, serán los encargados de registrar la información que produzcan las colisiones, en la búsqueda de los misterios del universo.

En realidad, todo este proceso debería haber ocurrido hace más de un año, después de que en septiembre de 2008 los científicos del CERN lograran, en medio de una gran celebración, que un haz de protones diera por primera vez una vuelta completa al acelerador, y poco después que otro haz lo hiciera en dirección opuesta.

Pero unos diez días después, un cortocircuito y una fuga de helio causaron una grave avería que ha obligado a costosas y complicadas reparaciones, no exentas de incidentes, como el de un trozo de pan que dejó caer un pájaro a principios de este mes de noviembre sobre el transformador eléctrico exterior del acelerador, y que a punto estuvo de paralizar de nuevo el proceso.

Fuente: EFE