El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, afirmó que las modificaciones al impuesto a las ganancias impulsado por el gobierno eran "necesarias", ya que cada vez que se mejoraba el salario "operaba como una suerte de guillotina que impedía que los trabajadores recibieran la totalidad del incremento".
"Creíamos que la tablita de Machinea como se la conoce había sido dictada dentro de la lógica del ajuste y el achique permanente y nosotros respondemos a la lógica del crecimiento y la inclusión", dijo en declaraciones a la porteña radio Del Plata.
Según Tomada, "cada vez que se producía una mejora en el salario operaba esa tablita como una suerte de guillotina que impedía que los trabajadores recibieran la totalidad del incremento salarial".
El gobierno dispuso ayer elevar el mínimo de ingresos no imponible por el impuesto a las ganancias a 4.600 pesos para casados con hijos y a 3.400 para solteros con carácter retroactivo al 1 de enero de este año, implicando para el Estado nacional un costo fiscal inicial de 1.500 millones de pesos.
"Esta medida significa una mejora salarial para el 70 por ciento de los trabajadores que pagan ganancias", dijo hoy Tomada y agregó que cerca de "600 mil" asalariados dejarán de pagar el tributo. "Un trabajador casado que ganaba por ejemplo 3.700 pesos hoy lo pagaba pero ese tope se elevó a 4.570, con lo cual habrá más gente que pague menos y los salarios mejorarán en esos sectores", explicó.
Tomada recordó también que la ley es retroactiva al 1 de enero de este año por lo cual "los que ya tuvieron descuentos se verán beneficiados con las deducciones".
Al ser consultado sobre si es una medida electoral, dijo que "medidas similares se tomaron en el 2005 y 2006 en relación con el impuesto a las ganancias" pese a que no fueron años signados por las elecciones.
El ministro de Trabajo se quejó, además, de que "si cada medida que tome este gobierno que tiene una clara política de inclusión social será considerada electoralista este año, lo lamentamos mucho pero no vamos a dejar de tomar este tipo de medidas".
"Hemos tenido una política muy activa en recuperación de jubilaciones y de salarios años anteriores, en el marco de este crecimiento económico", señaló.
Sobre la lucha contra el trabajo en negro Tomada consideró que "este Gobierno sacó un tema que estaba escondido porque creció en 30 años en forma sostenido y fue la primera vez que dijimos que debía ser combatido y que empezó a retroceder".
"Esperamos que cuando concluya 10 de diciembre del 2007 el trabajo en negro haya disminuido alrededor de un 40 por ciento", puntualizó. Recordó que cuando llegó a la cartera laboral había "20 inspectores" pero que en la actualidad hay "200".
"Las inspecciones son solo una parte pero la más importante, por eso había que concientizar que no era normal ni actual tener trabajadores en negro, y luego medidas como la reducción de cargas sociales para empresas de menos de 80 trabajadores, la simplificación para las inscripciones y una ley de mejora para la registración de los trabajadores rurales", señaló.
"Seguiremos para cada uno de los sectores, porque no todo el trabajo en negro es igual", concluyó el ministro.