La ola de frío que azota Europa ha alterado el calendario de la Premier, al obligar a posponer siete de los diez encuentros programados para la vigésima primera jornada del torneo, este fin de semana.

Los compromisos ligueros que deberán ser pospuestos son el Burnley-Stoke, el Fulham-Portsmouth, el Hull-Chelsea, el Sunderland-Bolton y el Wigan-Aston Villa, hoy sábado, así como el Liverpool-Tottenham Hotspur y el West Ham-Wolverthampton que estaban previstos para mañana, domingo.

Tan sólo sobreviven en el calendario el Arsenal-Everton, que se disputa en el Emirates hoy a las 15.00 GMT, y el Birmingham City-Manchester United, que se celebrará en el estadio de St Andrew´s esta tarde; y el Manchester City-Blackburn Rovers, que se jugará el próximo lunes si el clima lo permite.

Las temperaturas bajo cero han ocasionado enormes trastornos en los partidos que iban a jugarse en Reino Unido e Irlanda.

Tampoco se seguirá adelante con el encuentro que iba a jugar el Liverpool de Rafa Benítez con el londinense Tottenham Hotspur en Anfield mañana, domingo, ni se disputará el West Ham United con el Wolverthampton en el campo londinense de los "Hammers" de Upton Park.

También se han cancelado siete partidos de la segunda división inglesa (la Championship) y tan sólo continúan previstos dos encuentros en la tercera división (League One), mientras que todos los choques previstos en la cuarta (League Two) se han anulado.

El clima ha obligado a posponer, además, diez partidos de la Copa escocesa y las gélidas temperaturas han interferido en otras disciplinas deportivas de este país, como las carreras de caballos y los partidos de la Rugby Union de este fin de semana.

La organización ha considerado que el mal tiempo podría ocasionar trastornos de desplazamiento a los aficionados así como problemas de seguridad para los jugadores.

Una portavoz del club de fútbol Liverpool, entrenado por Rafa Benítez, señaló que pese a que el campo de Anfield "se encuentra en condiciones perfectas para el juego, el problema radica en el hielo que hay en las carreteras vecinas al estadio".

Todos los clubes han coincidido en su preocupación por la "seguridad de los seguidores". EFE