El entrenador de Rosario Central, Carlos Ischia, no es un tipo de exteriorizar sus emociones. Al menos, no es de los técnicos más sanguíneos; y así como un gol de su equipo le arranca un grito medido, un gol del rival no le provoca un ataque de nervios.

Fiel a ese estilo atildado, el técnico canalla se sentó frente a cámaras y micrófonos en la sala de prensa del Gigante de Arroyito, y entregó su análisis del empate en dos goles con el que acabó el duelo entre su Central y Gimnasia de La Plata.

“Lamentablemente, un error propio nos imposibilitó ganar un partido que se presentó complicado. En el primer tiempo no jugamos bien, pero en el segundo parecía que lo habíamos resuelto”, inició su discurso el DT. “Es clarito que la victoria era un premio excesivo, decir otra cosa no va porque lo vimos todos… pero a comparación con el 1º tiempo, nosotros mejoramos mucho, y ellos ya no tuvieron la supremacía de la primera etapa”.

Con respecto al por qué del empate platense sobre el epílogo mismo del encuentro, Ischia no cree que haya pesado la responsabilidad de ganar que corría por cuenta propia: “Si ganábamos, no me hacías esa pregunta”, le respondió a un periodista. “No ganamos por una distracción que posibilitó el empate de ellos. En el primer tiempo hicimos las cosas bastante mal: no presionamos, se perdió fácil la pelota, no tuvimos juego… son un montón de cosas las que hicimos mal. Pero lo habíamos mejorado, y antes de ese error, Gimnasia no nos había inquietado”.

Consultado sobre el motivo del cambio evidente en el rendimiento de su equipo de un tiempo a otro, el calvo entrenador explicó: “Para la segunda etapa tiré a Damián Díaz como volante por derecha. Ahí estaba la posibilidad de hacerles daño, y tanto él como Tomás Costa empezaron a complicarlos. Sin ser nada extraordinarios, nos posicionamos mejor y casi no sufrimos contratiempos”.

Por último, se refirió a la lesión de Papa que motivó el cambio por Núñez, y al futuro de Central: “Emiliano quería seguir. Se golpeó durante el primer tiempo en el talón, así que no hubo esguince, solo un golpe fuerte que le provocaba mucho dolor… estuvo a punto de arrancar el segundo tiempo, pero en el vestuario se quiso mover, y como estaba frío se dio cuenta de que le dolía bastante. Igual, el médico me dijo que es solo un golpe”. Y remató con esta frase: “Ya no podemos volver atrás. Ahora, tenemos que pensar en recuperar el viernes que viene lo que perdimos hoy”.

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Ischia analizó el empate