Ernesto Turcato

Dos de las compañías de seguros más importantes de la ciudad estiman que desembolsarán $ 18 millones para reparar los daños del granizo del 15 de noviembre. Aunque esa cifra no contempla las pérdidas ocasionadas en el campo, que están siendo evaluadas en estos días. La Segunda hizo un cálculo de $ 12 millones; en Sancor Seguros la estimación de $ 6 millones.

Casi tres semanas después de una tarde que será inolvidable el ritmo de trabajo en las aseguradoras aún no se normalizó, las horas extra se han vuelto moneda corriente, así como la extensión del horario de atención al cliente, y la puesta en marcha de operativos especiales para recibir denuncias, que aún siguen llegando. La negociación con los proveedores de cristales y los chapistas fue en algunos casos muy dura.

Desde Sancor Seguros, Federico Torriglia ilustró el tira y afloje: “Al día siguiente de la tormenta un cristal de 350 pesos llegó a 650”.

Ante el fuerte déficit de mano de obra y materiales, tanto Sancor Seguros como La Segunda sumaron proveedores de otras partes del país. Sin embargo, la demanda está lejos de ser cubierta sin retrasos. En este sentido, Carlos Villanueva, de La Segunda, precisó: “La intensidad de la pedrea caída fue tal que en la mayoría de los casos el sistema sacabollos para la chapa no puede usarse”.

Las bolas de hielo dejaron huellas nada sencillas de sacar en la chapa de los autos y en los bolsillos de muchos. Según Villanueva la media para el arreglo de cada vehículo golpeado ronda los 3.000 pesos.

En Sancor Seguros las consultas sobre sus pólizas aumentaron 75% desde el día D. “Hoy nadie contrata una póliza sin preguntar si cubre granizo”, dispara Torriglia.

Desde la inolvidable tormenta el humor de quienes fueron afectados tiene una clara línea divisoria: los que tenían seguro antigranizo y los que no. Algunas cifras explican los distintos humores: es que en un auto de $ 20.000 el arreglo de los daños puede alcanzar un cuarto del valor del vehículo.

Cada aseguradora tiene porcentajes distintos de autos afectados. El mercado de seguros está desregulado, así que la oferta de coberturas y de precios es muy variada. En casos como Sancor y La Segunda todos los que tienen cobertura de tercero completo (daño parcial y total) tuvieron algún tipo de indemnización en los daños por granizo.

En Sancor el 8% del total de su asociados fue afectado, en La Segunda el 10%, mientras que en San Cristóbal 3.200 vehículos están recibiendo algún tipo de resarcimiento.

En la mayoría de las aseguradoras la diferencia mensual para el caso de un auto de 24.000 pesos entre tercero completo con granizo cubierto y sin granizo cubierto apenas supera los 15 pesos.

En el campo y en la ciudad

No hay estimaciones certeras sobre los montos para indemnizar los daños en los sembrados, silos y galpones. Es que aún resta inspeccionar y evaluar gran cantidad de campos. Sancor Seguros tiene denunciadas 10.000 hectáreas afectadas, muchas de las cuales cuentan con pérdidas del ciento por ciento de la producción. La Segunda tiene 350 siniestros denunciados en el corredor Arequito-Casilda y está en plena etapa de evaluación.

En lo que respecta a la embestida de la piedra contra casas, negocios y empresas los datos también son abultados y sin antecedentes. San Cristóbal tuvo 1.100 viviendas aseguradas siniestradas, en tanto La Segunda llegó a tener 1.000 siniestros en casas y empresas. En su caso, sólo media docena de casos requerirán una indemnización de $ 1,5 millones.

Para el segmento casas también aumentaron las consultas, y sacar cuentas se ha puesto a la orden del día. Desde Sancor Seguros dan un dato para tener muy en cuenta: cubrir los cristales de una casa suma 2 ó 3 pesos en la cuota mensual de una póliza de combinado familiar.

¿Aumento de pólizas?

Si bien corrió el rumor tras la pedrea que se venía un aumento en las pólizas, desde todas las compañías del rubro se encargaron de descartar un aumento motivado por el excepcional meteoro. Pero a no confiarse, porque si bien todos los voceros negaron enfáticamente el rumor, algunos aceptaron la posibilidad de un aumento a partir de adecuarse al ritmo inflacionario de la economía. En tanto, otros ubicaron el motivo de una posible suba en la creciente siniestralidad automotor que se está dando a nivel país.

Falta conciencia

Todos los consultados fueron tajantes a la hora de evaluar el sentido que el ciudadano medio le da a la contratación de un seguro, “a muchos sólo les interesa el precio de la cuota mensual”. La clave para estar bien protegido está en el asesoramiento a la hora de contratar un seguro, y tal vez también esté en las palabras de uno de los entrevistados: “El seguro existe para proteger al que no tiene capacidad de respuesta frente a un hecho excepcional, y en nuestro país se cree que es al revés”.