Aunque el aumento podría no tener muchas implicaciones para las personas sanas, "este ligero aumento en realidad podría desencadenar un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular", el doctor Robert D. Brook, autor del estudio y profesor asistente de medicina de la Universidad de Michigan.
El estudio halla que inhalar partículas microscópicas podría elevar el riesgo de enfermedad cardiaca entre los que están expuestos al smog.

En el estudio, los investigadores examinaron a 83 personas mientras respiraban niveles de contaminación ambiental similares a los de una ciudad cerca a una vía transitada.

Se examinaron los vasos sanguíneos y sus respuestas antes y después de respirar niveles elevados de aire contaminado. La contaminación del aire hizo que la presión diastólica, la cifra inferior de una lectura de presión arterial, se elevara en cuestión de dos horas. Los vasos sanguíneos no funcionaron bien durante hasta 24 horas.

Las pruebas señalaron que las partículas microscópicas del aire, no los gases de ozono, causaron la elevación en la presión arterial que afectó el funcionamiento de los vasos sanguíneos.

Si se pronostica que los niveles de contaminación ambiental serán elevados, los pacientes de enfermedad cardiaca, diabetes o enfermedad pulmonar deben evitar la actividad innecesaria al aire libre.

Fuente: Health Day