El proyecto del gobernador Hermes Binner de reforma tributaria en la provincia obtuvo anoche la media sanción en la Cámara de Diputados. La sesión comenzó pasadas las 18.30 y minutos antes de las 22 aún no habían sentado su postura ni siquiera la mitad de los legisladores anotados como oradores. De todas formas, cerca de la medianoche, la mayoría oficialista logró la darle media sanción a la norma.
Esa aprobación parcial, el socialismo no la vive como un triunfo: ya se sabe que, al menos tal como está, no pasará el filtro del Senado, donde la mayoría la tiene el justicialismo. La duda es: ¿media sanción y después qué?
El proyecto del Frente Progresista, que contempla aumentos en los impuestos inmobiliario y rural, y grava con ingresos brutos a sectores que estaban exentos como la industria, ya fue rechazado por los senadores del PJ, que se anticiparon al socialismo y, la semana pasada, dieron media sanción a una iniciativa que solamente habilita un aumento del 25 por ciento –a través de una quinta cuota– del inmobiliario por este año y destina el dinero extra que se obtenga completamente a los municipios.
Así las cosas, ninguno de los dos proyectos está para convertirse en ley: el oficialismo no votará en Diputados el de la oposición y la oposición tampoco el del oficialismo en el Senado.
Por eso, tarde o temprano, será necesaria una negociación que, por ahora, no ha avanzado, según el PJ porque el oficialismo ni siquiera designó un interlocutor.
¿Cuál es la estrategia entonces del oficialismo? Apostar a la presión de los intendentes y jefes comunales, que recibirían una buena parte de los recursos que se obtengan de una eventual reforma tributaria, es una de ellas.
Los gobiernos locales tienen fuertes problemas financieros y, además, afrontan los reclamos salariales de sus empleados, que están de paro en la mayoría de las ciudades de la provincia. Para salir de ese atolladero necesitan justamente recursos de la provincia. El proyecto del PJ los ayudaría a salir de la emergencia, por eso algunos intendentes de ese partido ya manifestaron su conformidad con el mismo. Pero otros advierten que es pan para hoy y hambre para mañana, al no garantizar, como sí lo hace la reforma tributaria, una continuidad de esos recursos.
Como sea, la reforma tributaria, con la media sanción, da un paso. Pero, si no hay negociación en serio, nada garantiza que no sea el último.


