No, no estaba justamente contento el intendente Miguel Lifschitz con la designación de Horacio Ghirardi, su secretario de Gobierno, como viceministro de Segruidad provincial.

Resistió hasta este jueves, cuando viajó de urgencia a las 5 de la mañana a Santa Fe para una reunión donde terminó de aceptar que se quedaba sin su mano derecha. Del encuentro, revelaron fuentes partidarias, participaron los principales dirigentes del socialismo y al intendente no le quedó más remedio que acatar lo que tenía consenso generalizado.

Ghirardi no es sólo el funcionario má cercano al intendente. Es también uno de los dirigentes con proyección política como, por caso, para convertirse en candidato a sucederlo en el Palacio de los Leones. Está claro que ponerlo en un lugar tan crítico de la administración pública es todo un riesgo en ese sentido. ¿Conservará esa proyección política? Ghirardi, lo dejó en claro en la nota con Radio 2 de este viernes, se tiene fe.

Lifschitz, mientras tanto, se ve obligado ahora a buscarle reemplazo, como también lo tiene que hacer con Clara García, otra funcionaria de su más estrecha confianza, que dejó la Secretaría de la Producción para asumir como concejal.

Por eso, este viernes el intendente intentaba definir cómo se completarán los espacios vacantes de su equipo para hacer el anuncio el lunes.

Para la Secretaría de Gobierno, un lugar absolutamente estratégico, sonaban los nombres de dos actuales integrantes del gabinete: el coordinador del mismo, José León Garibay, y el secretario de Promoción Social, Fernando Asegurado. También se hablaba de Miguel Pedrana, pero éste quedaría en la Subsecratría de Gobierno, para la cual ya había sido designado, y un cuarto nombre era el del concejal Manuel Sciutto.

Para Producción, en tanto, el nombre que sonaba era el del radical Sebastián Chale, aunque en este caso faltaba que sus propios correligionarios lo avalaran.