Los restos de sangre hallados en una habitación de la casa donde pasó sus vacaciones la familia de Madeleine no corresponden a la nena, desaparecida hace más de 100 días.
Expertos de la unidad de medicina legal de la policía británica llegaron a la conclusión de que la sangre pertenece a un hombre. Y plantearon, con una seguridad del 72 por ciento, que no se trata de sangre de la menor británica.
La noticia es un gran alivio para los padres de Madeleine, Kate y Gerry McCann, porque les da nuevas esperanzas de que su hija esté con vida, hipótesis que elos mantienen desde el primer día.
Después de que los especialistas encontraran los restos de sangre no visibles a simple vista a principios de agosto en la pared de la habitación donde dormía la pequeña en Praia da Luz, en el Algarve portugués, los medios locales afirmaron que una de las teorías de la policía era que la nena había muerto en el lugar.
La policía supone ahora que la sangre procede de alguna de las personas que alquilaron el apartamento varias semanas después de la partida de la familia McCann.
De acuerdo con el periódico, la madre de Madeleine está pensando por primera vez en regresar a Gran Bretaña. Hasta ahora, los McCann –ambos médicos de 39 años– habían señalado que querían quedarse en Portugal hasta que se aclarara el destino de su hija.
"Sabemos que tendremos que volver y sospecho que un día nos despertaremos y veremos que es lo correcto", declaró Kate McCann al diario. "Tenemos que pensar también en nuestros mellizos", aseguró.