La selección ya llegó a Gelsenkirchen. Aproximadamente a las 14.30 el plantel llegó al hotel, luego de reconocer el estadio, uno de los mejores del Mundial de Alemania. Pero lo que más sorprendió a los jugadores argentinos fue el cambio de temperatura entre Herzogenaurach y esta ciudad del noroeste alemán, situada entre Hanover y Dortmund. De los aproximadamente 30 grados que soportaban en la concentración, pasaron a un clima húmedo y con 10 grados menos. Justamente el DT argentino había dispuesto que la práctica de ayer se hiciera a la hora de la siesta, pensando en la alta temperatura en la que, suponía, se iba a desarrollar el partido de mañana ante Serbia y Montenegro. Esas previsiones probablemente caigan en saco roto porque para mañana se anuncia lluvia. Claro que eso no será un problema, porque el estadio Arena, catalogado con seis estrellas, tiene un techo corredizo que se cierra cuando el tiempo se pone feo, para poder jugar en óptimas condiciones. El que no fue al reconocimiento fue Pekerman. Fiel a su costumbre, evitó pisar el césped del estadio. A los jugadores se los vio distendidos, haciendo una recorrida "light" con sus cámaras y celulares con fotos y videos en mano para registrar cada momento. A las 14.30 de Argentina, ya estaban en el hotel donde esperarán que llegue la hora para el segundo encuentro del Mundial.