La persistencia de tensiones en los mercados financieros tiene una incidencia en la economía real más negativa de lo previsto, según el Banco Central Europeo (BCE).
En el boletín mensual de octubre, el BCE sostiene que "las perspectivas económicas están sujetas a riesgos a la baja intensificados, que se derivan principalmente de un escenario en el que la persistencia de tensiones en los mercados financieros tiene una incidencia sobre la economía real más negativa de lo previsto".
Pese a la a dificultad de evaluar las perspectivas económicas a corto y medio plazo en estos momentos de incertidumbre, el BCE señaló que "los datos más recientes confirman un debilitamiento de la actividad económica de la zona euro, con una atenuación de la demanda interna y condiciones de financiación más restrictivas".
Otros riesgos a la baja están relacionados con la posibilidad de "nuevos aumentos de los precios altamente volátiles de la energía y de los alimentos, de una evolución desordenada como consecuencia de los desequilibrios mundiales y de una intensificación de las presiones proteccionistas".
En lo que se refiere a la evolución de precios, el BCE señaló que la tasa de inflación interanual medida por el IAPC se ha mantenido muy por encima del nivel acorde con la estabilidad de precios desde el pasado otoño, según la estimación preliminar de Eurostat, en el 3,6% en septiembre, frente al 3,8% registrado en agosto.
Este nivel "aún preocupante de inflación se debe en gran medida a los efectos directos e indirectos de los drásticos incrementos de los precios de la energía y los alimentos", explicó el BCE.
Agregó que "el crecimiento de los salarios repuntó vigorosamente en los últimos trimestres pese a la pérdida de dinamismo del crecimiento y ralentización de la productividad del trabajo".
Eso dio lugar, según el BCE, a un acusado incremento interanual de los costes laborales unitarios –hasta el 3,4%– en el segundo trimestre del año, tras aumentos moderados del 1% al 1,5%.
En cuanto al futuro, el BCE indicó que, tomando como base los actuales precios de las materias primas "es probable que las tasas de inflación interanuales mediadas por el IAPC se mantengan muy por encima de los niveles compatibles con la estabilidad de precios durante algún tiempo y que se moderen gradualmente en 2009".
En estas circunstancias, "es imprescindible garantizar que las expectativas de inflación a medio y más largo plazo se mantienen firmemente ancladas en niveles compatibles con la estabilidad de precios. Esto resulta fundamental en un entorno de incertidumbre muy elevada", subrayó el banco emisor europeo.
E insistió en que "debe evitarse la generalización de los efectos de segunda vuelta derivados de la incorporación de anteriores subidas de los precios de la energía y de los alimentos al proceso de fijación de precios y salarios".
En cuanto a la evolución monetaria, el BCE señaló que, aunque el persistente vigor de la expansión monetaria subyacente apunta a riesgos al alza para la estabilidad de los precios a medio plazo, los datos disponibles hasta agosto indican que el crecimiento de los agregados monetarios amplios y crediticios se ha moderado.
Añadió que en la eurozona, y aunque la disponibilidad de crédito bancario no se ha visto afectada de forma significativa por las actuales tensiones financieras, los datos de agosto indican una moderación gradual de los préstamos conforme a lo previsto y una desaceleración de la demanda de crédito por parte de las empresas.
Paralelamente, el crecimiento de los préstamos a hogares mantiene la tendencia a la baja observada los últimos años como resultado del incremento de los tipos de interés a corto plazo y de la debilidad del mercado de la vivienda en diversas regiones de la zona euro.
En lo relativo a la política fiscal, el BCE destacó que, en la situación actual de continua incertidumbre económica, es vital que los gobiernos se atengan a las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y garanticen la sostenibilidad de las finanzas públicas.
"El mantenimiento de finanzas públicas saneadas permitirá a los gobiernos dejar que los estabilizadores automáticos funcionen libremente contribuyendo asó a suavizar el ciclo económico y fortalecer la confianza del sector privado", concluyó el BCE
En el boletín mensual de octubre, el BCE sostiene que "las perspectivas económicas están sujetas a riesgos a la baja intensificados, que se derivan principalmente de un escenario en el que la persistencia de tensiones en los mercados financieros tiene una incidencia sobre la economía real más negativa de lo previsto".
Pese a la a dificultad de evaluar las perspectivas económicas a corto y medio plazo en estos momentos de incertidumbre, el BCE señaló que "los datos más recientes confirman un debilitamiento de la actividad económica de la zona euro, con una atenuación de la demanda interna y condiciones de financiación más restrictivas".
Otros riesgos a la baja están relacionados con la posibilidad de "nuevos aumentos de los precios altamente volátiles de la energía y de los alimentos, de una evolución desordenada como consecuencia de los desequilibrios mundiales y de una intensificación de las presiones proteccionistas".
En lo que se refiere a la evolución de precios, el BCE señaló que la tasa de inflación interanual medida por el IAPC se ha mantenido muy por encima del nivel acorde con la estabilidad de precios desde el pasado otoño, según la estimación preliminar de Eurostat, en el 3,6% en septiembre, frente al 3,8% registrado en agosto.
Este nivel "aún preocupante de inflación se debe en gran medida a los efectos directos e indirectos de los drásticos incrementos de los precios de la energía y los alimentos", explicó el BCE.
Agregó que "el crecimiento de los salarios repuntó vigorosamente en los últimos trimestres pese a la pérdida de dinamismo del crecimiento y ralentización de la productividad del trabajo".
Eso dio lugar, según el BCE, a un acusado incremento interanual de los costes laborales unitarios –hasta el 3,4%– en el segundo trimestre del año, tras aumentos moderados del 1% al 1,5%.
En cuanto al futuro, el BCE indicó que, tomando como base los actuales precios de las materias primas "es probable que las tasas de inflación interanuales mediadas por el IAPC se mantengan muy por encima de los niveles compatibles con la estabilidad de precios durante algún tiempo y que se moderen gradualmente en 2009".
En estas circunstancias, "es imprescindible garantizar que las expectativas de inflación a medio y más largo plazo se mantienen firmemente ancladas en niveles compatibles con la estabilidad de precios. Esto resulta fundamental en un entorno de incertidumbre muy elevada", subrayó el banco emisor europeo.
E insistió en que "debe evitarse la generalización de los efectos de segunda vuelta derivados de la incorporación de anteriores subidas de los precios de la energía y de los alimentos al proceso de fijación de precios y salarios".
En cuanto a la evolución monetaria, el BCE señaló que, aunque el persistente vigor de la expansión monetaria subyacente apunta a riesgos al alza para la estabilidad de los precios a medio plazo, los datos disponibles hasta agosto indican que el crecimiento de los agregados monetarios amplios y crediticios se ha moderado.
Añadió que en la eurozona, y aunque la disponibilidad de crédito bancario no se ha visto afectada de forma significativa por las actuales tensiones financieras, los datos de agosto indican una moderación gradual de los préstamos conforme a lo previsto y una desaceleración de la demanda de crédito por parte de las empresas.
Paralelamente, el crecimiento de los préstamos a hogares mantiene la tendencia a la baja observada los últimos años como resultado del incremento de los tipos de interés a corto plazo y de la debilidad del mercado de la vivienda en diversas regiones de la zona euro.
En lo relativo a la política fiscal, el BCE destacó que, en la situación actual de continua incertidumbre económica, es vital que los gobiernos se atengan a las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y garanticen la sostenibilidad de las finanzas públicas.
"El mantenimiento de finanzas públicas saneadas permitirá a los gobiernos dejar que los estabilizadores automáticos funcionen libremente contribuyendo asó a suavizar el ciclo económico y fortalecer la confianza del sector privado", concluyó el BCE


