Con una violencia inédita para la ciudad, la inseguridad se instaló al tope de la agenda política después de un robo que derivó en una toma de rehenes en pleno centro que se sumó a dos robos a taxistas y un presunto secuestro extorsivo (después se corroboró que fue una falsa denuncia); todo el mismo día.

El hecho central ocurrió este martes en Oroño al 700 cuando un preso con salidas transitorias ingresó por la mañana a una clínica de cirugía plástica con fines de robo. En ese momento había cerca de diez personas en el lugar, entre ellos pacientes –uno estaba incluso siendo operado–, familiares de pacientes y empleados.

Algunas personas se refugiaron en el primer piso, otros lograron escapar. Al ser arrinconado, el delincuente (con una condena previa a 19 años de cárcel por homicidio) tomó al médico David Sánchez como rehén. “Tuve mucho miedo”, confesó después el joven profesional que se ofreció a ocupar ese lugar. Otro médico salvó su vida de milagro.

Después de una tensa negociación que duró casi una hora y media, el ladrón y a su vez preso se entregó. Si bien el hombre de 41 años realizó varios disparos intimidatorios afortunadamente nadie resultó herido.

Pero ese no fue el único hecho violento registrado este martes. Además del robo con toma de rehenes, se registraron dos robos a taxistas y un crimen en Fray Luis Beltrán. También hubo un supuesto secuestro que enrareció más el clima, pero que al final fue una falsa denuncia.

El intendente Miguel Lifschitz se manifestó muy preocupado por el incremento de la violencia, vinculó la sucesión de hechos graves al narcotráfico y pidió "acciones de corto plazo".

Consultado sobre si podría haber un interesado en generar un caos delictivo en la ciudad, Lifschitz dijo a Radiópolis: “Es un interrogante que si uno le encontrara una respuesta positiva sería mucho más preocupante, si es que hay alguien interesado en promover o faciliar este tipo de situaciones. Prefiriría creer que no es así”.

Algo similiar manifestó el secretario de Seguridad Comunitaria de la provincia, Enrique Font, quien prefirió no vincular los hechos y no "generar teorías conspirativas" sobre el origen de los graves delitos.