En julio de 1984, el gobierno de Taiwan inició un programa de vacunación para prevenir la infección por el virus de la hepatitis B en las niñas y niños recién nacidos. Este virus puede inducir el desarrollo de un carcinoma hepatocelular, un tumor maligno en estado primario del hígado.

En el estudio, publicado en el último número de la Revista del Instituto Nacional del Cáncer y dirigido por Mei-Hwei Chang, médico del Hospital Universitario de Taiwan, los investigadores analizan datos de casi 2.000 pacientes de entre 6 y 29 años, con este carcinoma diagnosticado entre 1983 y 2004.

El equipo encontró 64 casos de carcinoma hepatocelular entre las personas vacunadas (casi 38 millones de personas por año) mientras que fueron 444 los cánceres entre las personas no vacunadas (casi 80 millones de personas por año).

El análisis de los resultados indica que la mayoría de los pacientes no recibió la dosis adecuada de la vacuna y que los hijos de madres infectadas fueron protegidos de manera insuficiente.

“Muy pocas personas desarrollaron cáncer a pesar del programa de vacunación”, subrayan los autores. “Estos datos demuestran la efectividad, durante las dos últimas décadas, del programa de vacunación universal frente a la hepatitis B para prevenir también el carcinoma hepatocelular en niños y adolescentes”, señalan los científicos taiwaneses.

Fuente: Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC)