Lady Gaga, quien había estado en los grandes almacenes Harrods para promocionar su nuevo perfume, decidió trasladarse el domingo a la noche a la elegante zona de Londres donde se encuentra la embajada ecuatoriana –el barrio de Knightsbridge– para ver a Julian Assange, refugiado en la sede diplomática para evadir la extradición a Suecia, donde es requerido por delitos sexuales.

Según informaron varios medios, los dos cenaron y conversaron durante cinco horas antes de posar para una foto, que fue colgada en la cuenta de Twitter de los Little Monsters, los admiradores de Lady Gaga.

Al parecer, otra polémica cantante, la británica M.I.A. (quien compuso el tema de presentación del programa de entrevistas de Assange que se estrenó este año (y hasta tiene un disco, Vicky Leekx, titulado en su honor), habría sido el nexo entre ambos, habiendo invitado vía Twitter a la cantante con el mensaje "Si vas a estar en Harrods hoy, ven a visitar a Assange en la embajada de Ecuador. Estaré allí. Llevo té y torta"

Sin embargo, la conexión entre el fundador de Wikileaks y Gaga no se detiene allí. Según un artículo de The Guardian, el ex marine Bradley Manning, responsable de entregar a Assange los explosivos cables y videos de la diplomacia norteamericana, es un gran fanático de la intérprete de Bad Romance.

De acuerdo con información publicada por el matutino inglés, Manning reveló durante un chat online con un hacker detalles del robo de datos confidenciales y el curioso rol de Lady Gaga en ese episodio.

"Yo entraba con música en un cd virgen etiquetado con algo como Lady Gaga, borraba la música y ahí grababa un archivo comprimido. Nadie sospechó nada. Escuchaba y cantaba Telephone de Lady Gaga mientras realizaba el mayor derrame de datos en la historia norteamericana", dijo Manning, quien se encuentra detenido incomunicado desde mayo de 2010.