Eran las 11.24 y el aplauso se hizo sentir en la puerta del Congreso, en la salida del cortejo fúnebre que llevaba los restos de Mercedes Sosa al cementerio de la Chacarita, para su cremación. Miles de personas esperaban al costado de las calles para dar el último adiós a la cantante que, como dice el tema que cantó junto con Luis Alberto Spinetta en su último disco, Barro tal vez, se volvió canción. Esta vez los que la cantaban eran sus seguidores, que arrojaban flores al paso del coche fúnebre. La emoción lo invadía todo.

El país entero llora la muerte de Mercedes Sosa, la "voz de América Latina", despedida por miles de seguidores en un velatorio en el Congreso de la Nación, un honor reservado a las más altas personalidades de la política y la cultura en el país. Las cenizas, adelantó el hijo, serán esparcidos en su ciudad natal, Tucumán, Mendoza y Buenos Aires.

"Sus cenizas serán esparcidas en su momento en tierras de Tucumán, donde nació, en Mendoza porque fue donde se afianzó el movimiento de la nueva canción y en Buenos Aires, donde vivió desde los años `60", detalló Fabián Matus.

Matus se quebró por momentos en la Chacarita, donde como pasó en el Congreso volvieron a escucharse algunas de las canciones folclóricas que la Negra cantó a lo largo de su carrera. Allí también la emoción se hizo omnipresente.

La Negra falleció este domingo a los 74 años en un hospital el barrio porteño de Palermo como consecuencia del agravamiento de una afección hepática complicada con problemas cardiorrespiratorios.

En la Chacar 

El largo adiós a Mercedes Sosa

Figuras de la música popular como Teresa Parodi, Piero, Peteco Carabajal, el Chango Farías Gómez, Luis Salinas, Marián Farías Gómez, Víctor Heredia, Paz Martínez, Alejandro Lerner y Sara Mamani, además del secretario de Cultura, Jorge Coscia, desfilaron por la capilla ardiente que se armó en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de la Nación.

La presidenta fue ayer al Congreso acompañada por el ex presidente Néstor Kirchner; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; los ministros Jorge Taiana, Alicia Kirchner, Juan Manzur, Alberto Sileoni y Julio Alak; el secretario general de la presidencia, Oscar Parrilli; y el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner.

También dijeron presente Rolando Goldman, Sara Mamani, Laura Albarracín, Casiana Torres, Guillermo Fernández, Celeste Carballo, Mavi Díaz, el actor Víctor Laplace, Chango Spasiuk, Carlos Sánchez (Tucu Tucu) y el productor musical Hugo Casas entre muchos otros.

Todo el mundo se acopló a este largo adiós. Desde el momento en que se conoció el fallecimiento se repitieron innumerables muestras de reconocimiento de distintos músicos, dirigentes políticos, actores y del público en general en tanto que la noticia también recorrió los principales portales de los diarios y medios del mundo entero.


Una historia ligada a la canción

El talento interpretativo de esta tucumana nacida el 9 de julio de 1935, permitió que las obras musicales de este lado del mundo encontraran un cauce mágico para llegar a personas de todo el planeta.

Mercedes se formó estéticamente dentro del Movimiento del Nuevo Cancionero, una corriente renovadora del folclore, surgida en la provincia de Mendoza y que compartió con Armando Tejada Gómez, su esposo Manuel Oscar Matus y Tito Francia.

Desde entonces, con el debut discográfico con "Canciones con fundamento" (1965) y con la magia de su canto, consiguió hacer conocer y trascender un repertorio nuevo y socialmente comprometido.

Esa ligazón con lo social le valió transformarse en una voz brillante capaz de traducir los pesares del pueblo con testimonios como "Canción con todos" "Cuando tenga la tierra" y "La Navidad de Juanito Laguna" y los discos "Homenaje a Violeta Parra" y "Hasta la victoria".

Esa posición resultó inaceptable para aquellos que apostaban al silencio y al terror y hacia 1979, tras publicar "Serenata para la tierra de uno" y ser detenida en la ciudad de La Plata junto con todo el público que había ido a escucharla, viajó a París y en 1980 se afincó en Madrid.

Recién pudo regresar a los escenarios argentinos el 18 de febrero de 1982 y en el porteño teatro Opera realizó una docena de impactantes recitales que compartió con León Gieco, Charly García, Antonio Tarragó Ros, Rodolfo Mederos y Ariel Ramírez y que quedaron plasmados en el álbum "Mercedes Sosa en Argentina".

Ya con el regreso de la institucionalidad democrática y lejos de quedarse quieta, se puso como desafío seguir abriendo puertas con la decisión de sumar nuevos autores latinoamericanos a su repertorio y así impulsó a los entonces no tan conocidos trovadores cubanos Silvio Rodríguez y Pablo Milanés.

Tampoco dejó de parar la oreja a las nuevas expresiones del folclore y, por ello, registró obras de incipientes creadores como Víctor Heredia, Teresa Parodi, Antonio Tarragó Ros, Raúl Carnota y Peteco Carabajal, entre otros.

Con el mismo espíritu abierto y audaz, no tuvo reparos en acercarse a artistas del rock local (como los ya citados Gieco y García, pero también a Luis Alberto Spinetta, Fito Páez, Pedro Aznar, Gustavo Santaolalla, Alejandro Lerner y David Lebón) a los que además integró a espectáculos y placas que ganaron reconocimiento en gran parte del planeta.

Fuente: Télam