Los trastornos respiratorios del sueño se asocian con un mayor riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, metabólicos y neurocognitivos. Ahora, nuevos estudios demuestran que también conllevan un mayor riesgo de manifestación de tumores, e incluso un riesgo aumentado de mortalidad por cáncer.

Trabajos experimentales en animales, encabezados por investigadores del Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS), la Universidad de Barcelona y el Hospital Clínic, han demostrado que los episodios repetidos de hipoxia (un suministro inadecuado de oxígeno característico de la apnea del sueño) se asocian con una progresión acelerada del cáncer.

Los nuevos resultados experimentales, que se publicarán en el próximo número de The American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine (AJRCCM), son los primeros en sugerir que las apneas del sueño se podrían asociar con un mayor riesgo de mortalidad por cáncer en los seres humanos.

Estudios in vitro y en animales sugieren que la hipoxia intermitente promueve la angiogénesis y el crecimiento tumoral. Por eso, los investigadores han examinado datos de mortalidad recogidos durante 22 años de la cohorte del sueño de Wisconsin. Este estudio prospectivo analiza en 1.522 personas los predictores y la historia natural de los desórdenes del sueño mediante técnicas de polisomnografía. En esta gran cohorte el riesgo de mortalidad por cualquier causa y por cáncer en particular se ajustó por edad, sexo, índice de masa corporal, tabaquismo y otros factores. En comparación con los sujetos sin apneas del sueño, el riesgo relativo de mortalidad por cáncer se multiplicaba por 1,1 en los participantes del estudio con trastorno respiratorio del sueño leve, por 2,0 en aquellos con trastorno moderado, y por 4,8 en aquellos con trastorno grave.

Esto significa que en caso de desarrollar un cáncer, el hecho de sufrir también apneas del sueño severas podría acelerar su progresión. Es necesario realizar nuevos estudios para demostrar si los pacientes que sufran un cáncer agresivo podrían beneficiarse del diagnóstico precoz y el tratamiento de los trastornos respiratorios del sueño.

Por otra parte, la cohorte analizada en el marco del Grupo de Estudio del Sueño de la SEPAR junta los datos de los 5.246 pacientes que fueron diagnosticados de apneas del sueño en siete centros hospitalarios españoles entre 2.000 y 2.007. Este estudio, realizado por Francisco Campos del Hospital de Valme (Sevilla) y coordinado por Josep Maria Montserrat, ha mostrado que el 5,7% de los pacientes con trastornos respiratorios del sueño se les diagnosticó un cáncer durante el seguimiento, y el riesgo de sufrir uno aumentaba con la gravedad de las apneas del sueño.

En un estudio independiente, presentado también en la ATS 2012, el grupo del IDIBAPS-UB-Clínic presenta nuevos datos obtenidos con el modelo animal de ratón. Este trabajo demuestra que el efecto de la hipoxia intermitente en el crecimiento del cáncer es mucho más fuerte en los ratones sin obesidad que en los ratones obesos. S

egún los expertos, es necesario confirmar con nuevos estudios la relación entre los trastornos respiratorios del sueño y la mortalidad por cáncer. Si esta hipótesis se confirma, habrá que analizar si el diagnóstico y tratamiento de estos trastornos en pacientes con cánceres agresivos podría estar indicada para prolongar su supervivencia.

Fuente: SINC – Servicio de Información y Noticias Científicas