Las democracias modernas se caracterizan por un ascenso sin precedentes de los líderes de los Ejecutivos, en detrimento de los partidos y de los Poderes Legislativos. ¿Cuál es el rol del Príncipe democrático? ¿Qué factores estructurales favorecen su función? ¿Cómo ejerce su liderazgo en una sociedad dominada por los medios de comunicación masiva? ¿Por qué están en decadencia los partidos? ¿Qué consecuencias tiene este proceso en las democracias representativas?

Para responder estas preguntas, Sergio Fabbrini, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Trento, lleva a cabo un análisis comparativo de los líderes gubernamentales de Estados Unidos y de Europa, en especial los de Gran Bretaña, Italia y Francia. Su investigación acerca del Príncipe democrático, basada en el aspecto institucional, considera no sólo las presiones internacionales propias del mundo globalizado, sino también las transformaciones radicales producidas por los actuales sistemas de comunicación, que han convertido la política en espectáculo y ejercen una enorme influencia sobre la política electoral y gubernamental.

En “El ascenso del Príncipe democrático”, Fabbrini se aleja tanto de quienes encuentran en el líder del Ejecutivo el único actor capaz de revitalizar las democracias modernas como de aquellos que sólo ven peligros en ese liderazgo, y considera que una democracia sólida implica una doble exigencia. Así, afirma: "Si la efectividad gubernamental del líder y de los Ejecutivos es una condición para un buen gobierno, también es necesario su control político. Es preciso recordar que el gobierno efectivo y el gobierno controlado son dos caras de la misma moneda".

El autor publicado distintos libros y un centenar de artículos y ensayos en distintos idiomas. Entre sus contribuciones bibliográficas se destacan: “La Unión Europea. Instituciones y actores de un sistema supranacional”; “Gobernanza Global y Bloques regionales” y “La europeización de Italia”