Especialistas que participaron del XIII Congreso Argentino de Gerontología y Geriatría aseguraron que las personas mayores que logran trascender las limitaciones físicas que pueden aparecer con la edad -como dificultades para tener una erección o disminución de la lubricación vaginal-, redescubren otras vías de goce, esquemas y fantasías sexuales que les permiten llegar a altos niveles de placer.

"No es lo mismo genitalidad que sexualidad; durante la vejez se produce una transformación en el sentido del erotismo y comienzan a revalorizarse otras cosas como los besos, las caricias, mirar y ser mirado", señaló a Télam Ricardo Iacub, psicogerontólogo, titular de la cátedra de Tercera Edad de la Facultad de Psicología de la UBA, y uno de los oradores de la mesa de Erótica y Vejez del Congreso.

El especialista describió que "a partir de una investigación de la cátedra sobre 'cómo gozan las personas mayores' concluimos que frente a ciertas limitaciones físicas se empiezan a redescubrir otras vías de goce, esquemas o fantasías, a encontrar formas más creativas y que una vez halladas, generan un altísimo placer".

Y añadió: "Esto no significa que las personas mayores 'se conformen', sino todo lo contrario, así como tampoco quiere decir que todas las personas mayores tengan este nivel de placer tan alto, pero sí sucede en aquellas que han desarrollado su capacidad de resiliencia, en este caso, en el tema de la sexualidad".

En este sentido, Iacub aseveró que "vivimos en una sociedad donde las fantasías estructurantes son muy duras, por ejemplo, tenemos instalado que la que penetración es lo principal, si fuésemos menos rígidos aprenderíamos a gozar como las personas mayores, con menos imperativos, con más tiempo, con más experiencia, con menos cálculos y menos contabilidad de cuántos".