Jessica y Natalia son pareja. Y hace unos días hicieron en un bar lo que están acostumbradas a vivir a diario en su intimidad: se besaron. El beso, que fue dado en público, y según Jessica casi al pasar, provocó que fueran echadas de un bar de la ciudad ubicado en Maipú y Rioja.
“Fuimos con unas amigas a tomar una cerveza y a jugar al pool. Entramos, nos sentamos en una mesa y mientras nos estábamos acomodando con los abrigos, me arrimé a Natalia y la besé. Fue un beso corto, de esos que sólo rozan los labios”, manifestó Jessica en declaraciones a Radio 2.
Sin embargo, el fugaz episodio amoroso entre las dos chicas lesbianas no pasó desapercibido para los ojos de los demás. Una de las mozas del bar las vio y denunció el hecho ante el dueño del bar que sin medias tintas decidió echarlas del sitio.
Jessica, 23 años, y Natalia, 20 años, eran hasta ese momento asiduas concurrentes al local de Maipú y Rioja pero nunca antes habían sufrido una actitud de discriminación como la de esta vez. “Apenas se acercó el encargado nos dijo que no le importaba nuestra condición sexual pero que nosotras no podíamos permanecer ahí”, relató Jessica.
Las chicas se fueron entre desconcertadas y dolidas por la situación atravesada y hoy piensan que se trató lisa y llanamente de una discriminación por su orientación sexual, por lo cuál decidieron no callarse. Asesoradas por
Por su parte, en declaraciones a Radio 2, Jéssica manifestó que, tanto ella como su pareja, “están seguras de que lo que hicieron y creen que no es nada malo". “Queremos vivir con libertad nuestro amor, porque lo sentimos de verdad y no vivir más estas agresiones y que tampoco la vivan otras parejas homosexuales”, remacó Jéssica.