Las mujeres que fuman hasta la mediana edad tienen una tasa de mortalidad tres veces mayor que las no fumadoras y viven 10 años menos, según un estudio realizado entre más de un millón de fumadoras que publica la revista "The Lancet".

Las conclusiones del estudio realizado entre mujeres británicas por un periodo de 5 años sostienen que aquellas que dejan de fumar antes de los 40 reducen el riesgo de morir por una enfermedad relacionado con el tabaco en un 90 % y las que lo hacen alrededor de los 30, lo rebajan en un 97 %.

El equipo dirigido por el profesor Richard Peto demuestra por primera vez que los efectos del tabaco sobre la mujeres son igual de perjudiciales que en los hombres.

Históricamente los hombres empezaron a fumar antes, por lo que la primera generación de mujeres que ha fumado de manera continuada nacieron alrededor de los años 40, y no ha sido hasta ahora cuando se ha realizado un estudio que analice el impacto del tabaco en toda una vida de las fumadoras.

"Si las mujeres fuman como hombres, mueren como los hombres. Pero tanto unos como otros, si deja de fumar antes de llegar a la mediana edad ganarán de media unos 10 años de vida", señala Peto.

El informe se ha elaborado sobre los datos de 1,3 millones, de británicas de 50 a 65 años, entre 1996 y 2001.

Las mujeres contestaron a preguntas sobre su estilo de vida, historial médico y estatus social y se siguió su evolución durante un periodo de 12 años.

Los investigadores constataron que las fumadoras persistentes su la tasa de mortalidad era tres veces superior a que las que no fumaban, además los resultados indican que dos tercios de todas las muertes de fumadoras entre los 50 y los 70 años estuvieron causadas por el tabaco.

La revista "The Lancet" publicó este informe coincidiendo con la celebración mañana del centenario del nacimiento de Richard Doll, el primer especialista que estableció una relación entre tabaco y el cáncer.

Fuente: EFE