Las nuevas inversiones extranjeras directas, que llegaron luego de la devaluación, ahora comienzan a concentrarse en las ramas vinculadas a la producción, tanto para el mercado local como para la exportación, en un cambio significativo con respecto a los ´90, donde estaban vinculadas al sector de servicios.

Pero, además de la devaluación, el crecimiento económico y el impulso a las exportaciones son los otros motores de esta nueva tendencia, según un estudio de Ariana Sacroisky, investigadora del Centro de Economía y Finanzas para el Desarrollo de la Argentina.

Los flujos de inversiones extranjeras directas crecieron en 2004 un 159 por ciento con respeto a 2003, llegando a los 4.274 millones de dólares. En tanto, en 2005 el monto fue similar.

Al desglosar la inversión extranjera directa por actividad económica, se nota esta nueva orientación. Así, las "actividades extractivas" pasaron del 36 por ciento del total en el período 1992/2001 al 39 por ciento en el trienio 2002/2004; la "industria manufactura" del 21por ciento al 42 por ciento en los mismos plazos y "la infraestructura" pasó del 21por ciento a un significativo -6 por ciento (porcentaje negativo por desinversión), siempre comparando 1992/2001 con 2002/2004.