La notoria crecida del Paraná dejará bajo agua a unos cuantos metros de playa en la costa norte de la ciudad dentro de tres semanas, a la vez que traerá complicaciones a otros sectores ribereños y sobre todo a los pobladores de las islas. Es que las lluvias no dan tregua en la zona de las altas cuencas del río y el agua se viene.

De acuerdo a la estimación de la Prefectura Naval Argentina de Rosario, en esta zona será el 22 de febrero el día del pico máximo en el nivel del agua, que tapará al menos la mitad de las playas de La Florida y también en los paradores isleños.

“En Iguazú (Misiones), el pico fue hace tres días, y siempre se calcula que acá llegue unos 22 días después, por lo que creemos que se dará el 22 de febrero”, le explicó a Rosario3.com el prefecto Juan Manuel Merlo.

Sin embargo, para ese día se espera que la altura del río sólo alcance los 4,15 metros sobre el nivel del mar, medida que preocupa pero que no basta para declarar el estado de alerta, fijado a los 5 metros, mientras que el nivel de evacuación es a los 5,30.

“Este sábado, el agua creció seis centímetros y llegó a los 3, 75”, informó Merlo, mientras que río arriba comenzó a traer problemas, ya que en Corrientes afectó a más de mil familias y el pronóstico del tiempo anuncia lluvia para los próximos días.

No obstante, desde Prefectura aseguran que los niveles no difieren demasiado a los alcanzados el año pasado y que “situaciones de emergencia no va a haber”, aunque sí complicaciones en las islas, donde los pobladores ya comenzaron a trasladar ganado a la costa.

Según detalló el prefecto, la crecida diaria varía no sólo de acuerdo al caudal de agua que trae el río desde su origen y por las lluvias, sino también por la acción del viento: si éste sopla del norte –es decir, en la misma dirección que la corriente– favorece el drenaje, mientras que si lo hace desde el sur o sudeste –la famosa sudestada– frena el avance del río y ayuda a que el nivel crezca.