Si hasta ahora la medicina privada era un servicio de lujo, desde diciembre estará un poco más lejos del alcance de algunos sectores. Es que los primeros días del último mes del año, o más tardar en enero, los usuarios de las empresas de medicina prepaga deberán afrontar un aumento de entre el 23 y el 24 por ciento en las cuotas de sus planes. Las empresas del sector buscan cerrar antes del próximo lunes un acuerdo con el sindicato de sanidad, que les dejaría el camino libre para anunciar un nuevo incremento en las cuotas.
El objetivo de las firmas es que el aumento comience a aplicarse en la cuota de diciembre y para poder llevarlo a cabo se baraja la idea de retrasar por lo menos una semana el envío de las facturas correspondientes a ese mes a los clientes, ya que por ley están obligadas a comunicar cualquier incremento con por lo menos 30 días de anticipación.
En este sentido, aunque el aumento ya fue comunicado al gobierno no son los usuarios los primeros en recibir esta información por parte de las prestatarias de salud privadas.
En tanto, los planes con copagos, a los que adhirió el 7 por ciento de los afiliados a las prepagas, treparán 6 por ciento el mes que viene y un 3 por ciento adicional en marzo. La consulta médica básica pasaría de 20 a 22 pesos. Las empresas, finalmente, crearán una alternativa intermedia, que son planes con copagos pero con un tope de mil pesos en los gastos de internación, que serán un 18 por ciento más caros que los anteriores –sin topes– y un 20 por ciento más económicos que los integrales.
Esta nueva categoría de planes conforme al concepto de copagos –el sistema mediante el cual los afiliados pagan un extra por cada servicio o prestación utilizada–, pero con un tope en los pagos por internación se va a ver incrementada después del aumento de diciembre.


