La Cámara de Casación, máximo tribunal penal del país, dejó firme una condena a 23 años de cárcel para un violador de al menos once mujeres, al considerar en un fallo inédito que la pena debe agravarse porque el victimario no usó preservativo para prevenir un eventual contagio de sida. La sala I de Casación entendió que las víctimas tuvieron que someterse a "duros tratamientos" para evitar un eventual contagio, más allá de si el condenado era o no portador de la enfermedad, según el fallo al que accedió Télam y que dejó firme en 23 años la condena contra Victor Germán Cabaña.