El miedo al dentista es uno de esos temores compartidos que atraviesa distintas edades. Ahora, con papás como Malcom Swan, la visita al profesional es casi un “juego de chicos”.

¿Qué hizo este irlandés? Le arrancó un diente de leche a su hijo Adam, de 8 años, con un helicóptero de juguete. Para ello ató con un hilo la pieza floja y unió la extensión a la réplica a escala de la nave, un Phantom Vision 2.

Cuando el pequeño estuvo listo, operó el control remoto, el chiche levantó vuelo y listo, un diente menos.

Sin embrago, no todas fueron rosas porque la “operación” tuvo lugar en un parque de Dublin, Irlanda, según informa Metro, y hubo que buscar la pieza entre el pasto.